Cheessecake [Norenmin]

Renjun estiro sus bracitos bostezando por el cansancio, no era que tuviera sueño, solo estaba aburrido.

Su amigo estaba frente a él mirándole atentamente, como cada día lo hacía, hasta que Renjun se estiró por la mesa tomando uno de los nuggets del plato de Haechan y comiéndoselo.

—¡Hey!—el duque le reclamó pero Renjun solo sonrió masticando—Ya terminaste los tuyos, deja los míos y come tu verdura—

Renjun se quejó mirando la bandeja frente a él, había algo de verduras en el plato, un poco de sopa al otro lado y una caja vacía de leche con chocolate, gimoteo alejándola, no quería comer más.

—Estoy lleno—murmuro volviendo a estirar sus manitas sobre la mesa pero el otro castaño no le permitió tomar otro nugget de su plato, lo alejó del mayor.

—¡Si estas tan lleno deja de robar mi comida!—

Haechan resopló molesto, Renjun no podía tocarlo técnicamente, pero aun podían verse, algo era algo.

El duque miró como un lindo puchero se formó en los labios del más pequeño, sus lindos ojos mirándolo con tristeza y abrió y cerró sus manitas a través de la mesa, su corazón dolió pero su cabeza le reclamaba que no lo hiciera.

No podría ser pareja de Renjun porque le consentiría absolutamente todo, no podía seguir así, menos mal los dos príncipes lo alimentaban bien porque si estuviera con Haechan, el más pequeño tendría una horrible salud por darle todo lo que quiere.

—¡Bien! —El duque tomo el nugget con su tenedor y lo acercó hacia el más pequeño—Pero solo uno más—

Renjun sonrió feliz, se levantó y movió su carita hacia el tenedor mordiendo el pedazo de nugget, Haechan tragó mirándolo comer, pero la sonrisa del más pequeño llenaba su corazón.

Eran los más deseados de toda la escuela, pero Haechan solo tenía ojos para Renjun, que le importaba la mirada de todos los demás sobre ellos, quizás deseando ser él o deseando ser Renjun, él solo amaba estar sentado frente al chico.

—Iré por un postre—Haechan suspiró poniéndose de pie—¿Quieres algo?—

Renjun resopló negando y mirando al menor—Sabes que no puedo—

Aquello hizo que Haechan riera, claro que lo molestaría, era una mala estrategia de su parte porque quería molestar al más pequeño comiendo un postre frente a él sabiendo que lo desearía, pero eso solo le daba una mala jugada porque al final las lindas miradas y las suplicas de Renjun le derretirían lo suficiente para darle un poco de su postre.

De cualquier forma, la hora del almuerzo era su hora favorita.

Renjun miró su propio plato mientras esperaba que su amigo volviera con algún delicioso postre para robárselo, no sería su culpa si Haechan se lo daba, miró las verduras moviéndolas un poco y tomando un trozo de zanahoria para morderlo, aún tenía tanta hambre, pero no quería comer verduras, claro que no, era verdad que alguna vez fue un esclavo, pero le daban la misma comida que le darían a un cerdo, verduras podridas o sucias, algo de carne en mal estado y quien sabe que más.

Odiaba las verduras por los malos recuerdos, quería dulces y postres todo el tiempo, pero no podía tenerlos para siempre o enfermaría, Jaemin y Jeno entendieron su disgusto, realmente quisieron ayudarlo, pero no podían permitirle deteriorar su salud por un capricho, tenía todo, incluso amor sobre él, todo lo que necesitara para hacerle recordar que no estaba en aquel lugar, estaba en un lugar, mejor.

Quizás era por un simple capricho, pero se rehusaba comer verduras a menos que Jaemin o Jeno le abrazaran y le alimentaran con total cariño, que importaba si le regañaban, se sentía querido y amado siendo alimentado por ellos.