|?TMR?| ?Gally? [3]

Día Del Rescate.

Thomas y Vince lograron desenganchar el vagón. Mientras Newt y un chico hacían su trabajo, los soldados de Cruel empezaban a llegar hacia nosotros, Thomas, Vince y yo empezamos a dispararles.

En un descuido recibí una bala en el dorso de mi mano izquierda y obviamente que me dolió. Estaba sangrando y sentía que la mano se me caía, pero seguí ayudando.

Lo primero es Minho.

Cuando el vagón quedó a nuestra disposición no sabíamos qué hacer. Si mi padre y los demás no llegan, será el fin.

Pero sí llegaron. Enganchamos el vagón y el berg nos elevó. Ahí fue cuando respiré y dejé tirar en el vagón.

–¿Estás bien? --le enseñé mi mano a Newt y se asustó. –Irás rápido a que te atiendan.

–Quiero recibir a Minho, así que no esperes que haga eso. Ahorita mi mano no importa.

–Te daría un golpe, pero eres demaciado hermosa que no me atrevo. --reímos y me dió un beso para después quedarse a mi lado.

En el refugio.

–No te gustará para nada, pero así evitamos que se infecte.

–Ya sé que no hay de otra, así que échale.

Tomé la bolita de tela y la puse en mi boca. La chica que la hacía de enfermera me virtió el alcohol en la mano y grité como si mi vida dependiera de ello. Dios, sólo a mi me pasan estás cosas. En fin, cuando terminó conmigo le di las gracias y me dirigí hacia donde estarían todos; casi lo olvido: al llegar todos me obligaron a ir a que me atendieran.

–Hola, hola. --saludé a Aris y Sonya y me senté al lado de mi padre, buscando con la mirada a Minho. –¿Dónde está el chino? --nadie me dijo nada, sólo Newt me tomó la mano sana y Sonya me miró son pena.

–Nos trasladaron mucho. Parecía que algo importante pasaba. --sí, acaban de ignorarme.

–Lo sabemos. Los encontramos y los perdimos un montón de veces. Al parecer las cosas difíciles siempre nos dan resultados, ahora ya los tenemos. --explicó Thomas con voz triste.

–¿Sabían a dónde los querían llevar?

–Escuché algo sobre una cuidad. --recordó Aris.

–Creí que ya no habían más ciudades.

–Y no las hay, al menos no en pie. --Brenda le respondió a Harriet.

–¿Y qué pasó con Minho? ¿Estaba o no estaba en el tren? ¿Porqué? --dije exaltada y todos me miraron.

–Sí estaba.

–Estaba en otro vagón. --murmuré para mí misma y froté mi rostro con frustación. Maldita sea, lo teníamos en nuestras putas narices y lo dejamos ahí.

Ned no es un bicho! —_—