抖阴社区

capítulo seis.

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SoHee se veía preciosa, su cabello había crecido varios centímetros de la última vez que se habían visto y el color rubio se había lavado bastante, por lo que había quedado un perfecto degradé de su castaño oscuro a cada vez más claro. A Soojin le encantaba, incluso habían tenido una adorable discusión porque su novia no quería aceptar sus cumplidos, dado que a ella no le gustaba el estado actual de su cabello.

Pero por más hermosa que estaba SoHee y lo mucho que había deseado estar con ella su cabeza seguía en la cafetería, sentada frente a una omega bastante irritante.

Era evidente que Soojin amaba a Minnie y que era capaz de protegerla con uñas y dientes, pero eso no justificaba la irracional irritación que le generaba Shuhua, era algo que arrastraba incluso de antes de la relación de Minnie y Miyeon. Había algo en la pelinegra que le molestaba, pero que la intrigaba por igual... Esa era la parte extraña, en realidad. Porque todas las cosas que le irritaban de Shuhua eran cosas que le irritaban en todas las personas, como su falta de modales. Soojin era una persona de poco amigos y se debía a su poca tolerancia.

—¿En dónde estás, Soo? —Le preguntó su novia en un tono amable.

—Aquí, aquí. —Respondió rápidamente, sintiéndose algo culpable por no haberle estado dando a su novia la atención que merecía.

Si era honesta, no se sentía tan satisfecha de volver a ver a SoHee. No sentía esa típica alegría y ese deseo de estar encima de ella como otras veces. Dado que pasaban poco tiempo por sus horarios, cuando al fin estaban juntas Soojin quería aprovecharla, temiendo no saber si el próximo fin de semana podían quedar o no. Pero ahora, le daba igual, y temía estar siendo muy evidente y que eso hiriera los sentimientos de la omega.

—¿Segura? —La mano de SoHee acarició sus cabellos de manera cariñosa; estaban recostadas en la cama de la mayor, viendo una película desde su teléfono. Pese al espacio disponible, Soojin se había tomado la libertad de apotar su cabeza en su hombro. —Cada vez que te miro tienes la mirada perdida, como si estuvieras preocupada... ¿Todo está bien?

La culpa sacudió a Soojin cuando notó la preocupación en la voz de SoHee. Se odió por hacer que la mayor se tomara tantas molestias por su culpa, cuando ella solo estaba dándole demasiado importancia a una pequeña crisis sin sentido.

—Tuve un problema con una compañera, creo que fui algo dura con ella y, como que me arrepiento. —Respondió Soojin, avergonzada. Era lo suficientemente orgullosa como para admitir que se arrepentía de haber tratado mal a Shuhua.

SoHee sonrió, podía verse el alivio y el cariño en aquella sonrisa.

—Eres demasiado buena. —Dijo sin pensarlo. —Pero también orgullosa, y bastante testaruda cuando te lo propones... ¿Te has disculpado?

—No. —Soojin suspiró, sintiendose entre frustrada y algo confundida. Era cierto que tendía a ser orgullosa, y SoHee era la única que podía bajarla de esa nube. —Fue antes de venir aquí y...

—Excusas~ —SoHee bromeó, riéndose un poco para aligerar el ambiente. —¿Fue tan grave? Puedes enviarle un mensaje, no es como si se tratara de Minnie.

—No, ella no es tan importante.

Tan.


(...)

Miyeon acompañaba a Minnie a la parada de autobuses, aún era relativamente temprano pero empezaba a oscurecer y la castaña no quería que la menor se pusiera en riesgo con tal de pasar un par de horas más juntas, de todos modos habían pasado toda la mañana y tarde en compañía.

Pero en el fondo ninguna de las dos quería que se acabara, por eso iban tomadas de la mano sin cuestionarse cuán apropiado era. Minnie no quería soltarla y Miyeon no quería que lo hiciera; era tan sencillo como invitarla a quedarse a dormir, si no fuera por los secretos de la mayor.

—Siento mucho que debamos despedirnos. —Soltó Miyeon cuando se sentaron en la banca, el bus que debía tomar Minnie ni siquiera estaba a la vista.

—Igual yo, aunque mañana podemos almorzar juntas... —Minnie soltó la mano de Miyeon para poder abrazarla, pasando su brazo por sus hombros. —Podríamos almorzar las cuatro juntas, de hecho.

—¿Las cuatro? —Cuestionó Miyeon, genuinamente confundida.

—Sí, ya sabes. Con Soojin y Shuhua.

Miyeon rió sin maldad, sintiéndose entre incrédula y divertida ante la idea de Shuhua compartiendo un espacio con Soojin. No debía ser muy lista para saber que esas dos no se caían bien, le sorprendía que Minnie no lo hubiera notado.

—¿Qué? —Esta vez fue el turno de Nicha de sentirse confundida.

—No creo que estén a gusto, ni siquiera creo que sean capaces de dirigirse la palabra, por algo siempre se evitan.

Minnie frunció el ceño, tratando de procesarlo. Ahora que ponía atención, Soojin le había advertido que le desagradaba Shuhua, aunque nunca había mencionado por qué.

"Su olor a fresas es demasiado dulce. Lo detesto".

El ceño fruncido de Minnie se suavizó, pero en su rostro seguía plasmada la confusión, y Miyeon no tardó en notarlo.

—¿En que estás pensando? —Preguntó en un tono suave.

Minnie volvió a sí rápidamente, rió algo avergonzada, cuestionandose cuánto tiempo había estado disociando.

—En nada, bonita. —Se acercó a Miyeon, dejando un beso en su frente. —¿Entonces almorzamos solas?

—Déjame hablar primero con Shuhua, luego te aviso.

Minnie tenía la intención de decirle que también hablaría con Soojin, pero el sonido del autobús estacionando la interrumpió. Suspirando con pesadez, se puso de pie de mala gana.

—Nos vemos mañana, Mymy. —Se despidió con una reluciente sonrisa, estaba por besar la mejilla de Miyeon pero esta la detuvo.

No dijo nada, ni hizo ningún gesto, pero Minnie solo tuvo que verla a los ojos para entender que no quería despedirse. Aunque más que añoracion, veía desesperación en aquellos ojos miel. Como si Miyeon necesitara decirle algo con urgencia.

—¿Qué sucede, Mymy? —Tomó su rostro con ambas manos, acariciando con las yemas de sus pulgares las mejillas de la mayor.

Aquel gesto relajó y reconfortó a Miyeon por igual, ambas oyeron al bus irse, pero ninguna le tomó importancia.

—Tengo... No he sido honesta contigo, Minnie. Y no creo que vaya a serlo pronto.

La intención de Miyeon era decirle la verdad, pero sintió un azote de diversos sentimientos que la paralizaron. El miedo, la desesperación, la angustia y el dolor se habían adelantado al obvio rechazo de la alfa menor. Miyeon sabía que lo correcto era decirle la verdad a Minnie y permitir que esta se marchara, pero no estaba lista para eso, al menos no aún.

—Está bien. —Respondió Minnie. —Puedes tener todos los secretos que quieras, mientras me dejes seguir aquí.

Miyeon no sabía qué decir, ni cómo reaccionar. Esa no era la respuesta que esperaba, se había preparado más para una lluvia de preguntas que para la simple aceptación de la menor.

—Piensas contarmelo en algún momento, eso es suficiente para mí. —Agregó Minnie.

—No debes rebajarte a esto. —Protestó Miyeon. —No soy tan especial para cedas tan fácilmente. Minnie, deberías estar molesta, ni siquiera sabes la gravedad de las cosas que...-

Minnie no quería faltarle el respeto a su mayor, pero tampoco le interesaba lo que tenía para decir. Sacando provecho de que aún tenía su rostro entre sus manos, la tomó con un poco más de fuerza y la besó en los labios, callando todas las protestas de la castaña. 

Por error.   ? ??ˋ MiMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora