El sonido de los pájaros fue el detonante que te hizo despertar. Cuando tu cerebro captó que ya era la mañana, te sentaste exaltada en tu cama. La luz te lastimó un poco los ojos. Estabas medio aturdida. Viste a los lados de tu habitación, pero no había nada extraño.
Notaste que tu ropa estaba intacta. Estabas algo ida ante la sensación que tenía tu cuerpo.
Tu mente decía que había sido un sueño, pero en tu corazón sabías que fue algo tan real como tu misma existencia.
Aun así, estabas cansada, demasiado.
Estabas muy débil, por lo que preferiste quedarte en cama. Volviste a dormirte.
Sin embargo, las hermanas fueron a despertarte.
— (Nombre) es hora de despertar. La misa pronto comenzará — anunció la hermana Eirene.
Te removiste en tu cama.
— No me siento bien — esa fue tu respuesta.
La hermana Eirene suspiró.
— ¿Que tienes? — preguntó
— Me siento débil
— Bueno, está bien quédate aquí lo que necesites, pero no olvides rezar — añadió la hermana Jesse antes de darte un beso en la frente y abandonar tu habitación.
Te quedaste acostada todo el día. De vez en cuando , te levantabas por libro para distraerte un poco, pero nuevamente volvías a dormirte casi enseguida. Algunos de los niños te trajeron de comer junto con la hermana Eirene.
— ¿Cómo les fue en la misa? — preguntaste.
— Bien. El Padre Jeremías, el enviado del Vaticano, fue el encargado de la misa — respondió, — Y, por cierto, ya sé la razón por la que vino.
— ¿Y por qué? — preguntaste.
— Al parecer las Madres superioras descubrieron que había algún ente en el monasterio y notaron que tenía otro tipo de energía así que pidieron ayuda a Vaticano — dijo la hermana Eirene mientras acomodaba tu almohada, — Al parecer fue invocado por alguien.
Te encogiste en tu lugar. Tu corazón latía con fuerza.
— ¿Y tú qué crees que sea el ente? — preguntaste temerosa.
— La verdad no tengo idea, pero supongo que debe ser un ente muy pesado como para que las Madres superioras pudieran ayuda — añadió la hermana Eirene, — Solo espero no ser víctima de ese ente.
— Sí...
La hermana Eirene te sonrió y posteriormente se despidió de ti antes de dejarte sola nuevamente.
Tenías que deshacerte de aquel ser. No importa que tendrías que hacer para que se fuera.
Porque tú lo habías invocado.
Accidentalmente.
Al menos eso creías.
Tenías que hablar la forma de que se fuera antes de que descubrieran que la víctima eras tú y también la causante. Y si luego descubrían lo que te había hecho, ni siquiera querías pensar en las consecuencias. Debía de haber algo de información en el libro, pero en tu condición actual sería tortuoso llegar hasta la biblioteca.
Tenías una idea que de seguro sería eficiente ante ese ante que tanto estaba causando problemas.
Esperaste a que fuera de noche para salir de la cama. Agarraste tu almohada y tu manta. Miraste el pasillo para asegurarte que la última persona entraba en su respectiva habitación, luego saliste de tu cuarto junto con tus cosas.

EST?S LEYENDO
R??? ???? ?? ??? ??????s; T??????? S????
Fanfiction?Sι t? dιos ?s t?? ρod?roso ?Por q??? ?o vι??? ? s??v?rt? d? mιs g?rr?s?? Incubus Todoroki x lector femenino.