抖阴社区

13. Peque?a existencia.

426 57 9
                                        

Me gustaba cocinar. Lo hacía seguido cuando estaba solo, pero no en el departamento porque si cocinaba tenía que hacerlo para los seis. Alimentar a seis personas no era una tarea fácil.

Así que aprovechaba cada oportunidad para hacer comida casera. Pero no ese día. Ese día estaba agotado, así que sólo calenté un poco de agua para hervir unos ravioles que tenía congelados, y mientras esperaba me tomé una cerveza.

El timbre de mi casa me puso alerta. Podía ser algún vecino, podía ser el portero, pero la verdad yo no esperaba a nadie y las cosas estaban un poco extrañas durante ese último tiempo.

Tomé el arma que siempre estaba cargaba y destrabé el seguro. Paula no tenía mi dirección, ella ni siquiera sabía que yo tenía un departamento, pero había aprendido que ella tenía contactos, alguien podría habérselo facilitado y en serio no la necesitaba metida allí justo en ese momento.

Caminé despacio hacia la puerta cuando volvían a tocar. Mirar por la mirilla podía ser peligroso, pero de todas maneras lo hice, no me arriesgaría a abrir sin saber cuántos eran los visitantes. Si era más de uno podría hacer tiempo hasta llamar a los muchachos, o en el peor de los casos, a la policía.

Pero no. Cuando miré era Cristian quien esperaba impacientemente frente a mi puerta.

No había razón alguna por la que ese sujeto estuviera ahí. Había cumplido mi palabra. Los había dejado en paz. La única respuesta era que mis sospechas fueran ciertas y él quisiera empezar conmigo.

Guardé el arma en la parte baja de mi espalda y abrí con cuidado.

—¿Qué quieres? —consulté poniéndome en la entrada. La última vez él había ingresado sin permiso.

—Buenas tardes para ti también —saludó dando un paso al frente. Mi mano firmemente agarrada en mi arma. —¿Puedo pasar?

—No. Nosotros teníamos un trato y yo lo cumplí. Si tu novio se lanzó contra mí esta mañana no es conmigo con quien tienes que hablar. Pregúntale si no fui yo quien le recordó tu pequeña existencia —dije de malhumor. Yo sólo quería un momento para descansar y disfrutar mi soledad.

—Sé que Matt te besó de nuevo babe... —suspiró. —¿Podemos hablar dentro?

Lo reflexioné unos segundos y le permití el ingreso. Él pasó directamente al sofá donde dejó sus pertenencias antes de sentarse.

—¿Cómo entraste?

—Tu portero me recordaba de la última vez. Dijo que era raro que invites amigos así que ambos, Matt y yo, nos quedamos en su memoria —se estiró sonoramente y palmeó el lugar junto a él. Me negué. Sería un blanco fácil si él trataba de atacarme. —Debiste decirle que era cosa de una vez.

—Tenía la esperanza de que ambos volvieran —mentí sentándome en la mesa ratona frente a él, alejado, con mi mano siempre cerca de mi arma. —Pero creí que habían dicho que no lo harían.

—Bueno... la cosa es que Matt quiere hacerlo otra vez.

—Lo sé, y le dije que no. Que tú lo estabas haciendo porque él quería. Así que no entiendo qué es lo que haces aquí.

—Viene a convencerte de que aceptes —dijo relajado. Lo estudié unos segundos. Eso no tenía ni un puto sentido.

—Podrías haberme matado la última vez por haberlo tocado. Vi cómo me mirabas Cristian. Matt tendrá que conformarse contigo...

Cristian inclinó su cabeza y me dio una sonrisa.

—Definitivamente me gusta lo que veo.

—Yo me acostaré contigo —me negué de inmediato. —Con Matty es una cosa, pero conti

1.5 RecuerdosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora