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Sabía perfectamente sus sentimientos por Takemicchi y también sabía perfectamente que su sentir por el es más enrevesado de lo que el podría imaginar, su dilección por el era diferente al de un amigo o incluso un amante. A veces piensa que podría ser simplemente su subordinación por el, su negación a aceptar que el podría alejarse de el y que por ende se obligó a amarlo con tal de mantenerse apegado a él sin importar qué, pero al ver a aquel chico dueño de esos ojos oceánicos sonreírle cálidamente como si el, Manjiro Sano, fuera la gran cosa e incluso alguien que merezca siquiera una mirada con tanto cariño. Todo simplemente pierde sentido , y las murallas que se ha esforzado en crear en su corazón simplemente son rotas y se permite egoistamente el sentimiento de vulnerabilidad ante aquel chico.

Ante el las palabras son muy cortas o a veces sobran letras. "Te amo" tan corto y con un significado tan grande. Pero no es suficiente, es muy corto y sencillo para lo que quiere decirle. Si pudiera hacer que su corazón hablara y expresara lo que él no puede con palabras, seguro que él podría entenderle. Pero lo ama, e incluso más que eso.

–Mikey-kun el plan es este, tu rompes la puerta trasera y entramos a salvar a Inupi-kun y Akane-san ¿Entendido?–Hablo con una expresión seria el joven de ojos azules y cabello azabache–.

–Es un terrible plan Takemicchi– respondió aburrido el contrario quien se encontraba comiendo un helado de limón–.

–Si, definitivamente lo es pero es todo lo que tenemos de momento por lo que hay que improvisar– respondio entre un suspiró mientras le quitaba el helado al otro y le proporcionaba una mordida–.

–¡Hey!– se quejó pero ante la expresión fastidiada del azabache decidió guardar silencio unos instantes antes de hablar nuevamente– Ugh esta bien, es un gran plan Takemichi eres un genio– habló de manera sarcástica el contrario mientras el contrario simplemente aceleraba el paso y lo dejaba atrás–.

–Manjiro me gustaría que te tomarias esto con seriedad, Ugh dónde está Chifuyu cuando se le necesita– suspiro nuevamente mientras con sus pequeñas manos cubría todo su rostro por lo que no se fijó y chocó contra alguien mucho más alto–.

Al mirarlo ambos fácilmente lo reconocieron, era Draken y su inconfundible tatuaje de dragón mirándolos con una mueca de enojo.

Mikey simplemente se tenso nuevamente y Takemichi suspiro resignado ante lo que estaba próximo a pasar.

Sería un día agotador.

Takemichi siempre estuvo consciente de la carga que significaba el viajar en el tiempo, no era algo tan simple como simplemente viajar y cambiar cosas porque si, era mucho más complicado y profundo que eso porque el simple hecho de cometer un error podría afectar el futuro de alguien.

También era egoísta por cambiar las cosas a su antojo simplemente porque algo no le gustaba, sentía que era un cobarde por no aceptar su destino. Sabía que su egoísmo lo llevó a sacrificar el esfuerzo de Mikey por un futuro perfecto para el, estaba consciente de ello pero simplemente se lanzó a actuar sin pensar.

Mikey, alguien tan fuerte y delicado al mismo tiempo, con una una sonrisa cálida y amable que te desborda el alma en un agradable calor en el pecho, aquella sonrisa que no pudo ser protegida y se fue deteriorando con el tiempo y cada partida.

Eligió se egoísta por Mikey, no le importo tomarse tantos años a la ligera, por un momento lo único que le importo fue aquel rubio de rojos obsidiana, tan hermosamente vacíos.

No le importo dejar todo atrás, lo volvería a hacer una y otra vez sí era por Mikey porque a su parecer el merecía eso y mucho más, se encargaría de protegerlo porque por el haría lo que sea.

Continuará...

Demasiado corto para un mes sin actualizar, nono todo mal