-Una ayuda-

-Una ayuda-

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-Sanzu-

Me sentía tan cansado, tan exhausto, había estado despierto mas de 48 horas todo por una caza fortuita de unos espías que se habían alistado en BONTEN, un descuido bastante idiota y que por lo mismo el encargado de aceptarlos fue eliminado, por lo menos no lograron subir mas allá de lo que correspondía, eso no quitaba el echo de que entraron y esparcieron información privada de los bajos mandos.

Con nuestros contactos pudimos localizarlos rápidamente y mas al ocupar a Mikey como cebo, ellos querían su cabeza y el se las ofreció, era la miel para las abejas, no pudieron evitar caer en la trampa. Lo que no sabían es que nunca podrían acercarse a el no con todos sus ejecutivos protegiendo su espalda.

Fácilmente asesinamos a 20 personas y otras 5 las agarramos de rehenes para extorsionarlos y torturarlos para sacarle toda la información correspondiente. Ya tenia ganas de arrancarles las uñas una por una o cortarle falange por falange de cada dedo, quería experimentar si esto uniformados eran mas resistentes que los anteriores que no alcanzaron ni para el juego previo cuando ya comenzaron a escupir toda la información.

Para mala suerte me estaba perdiendo la diversión por que me toco amontonar los cuerpos para quemar la maldita fabrica.

Todo por perder en el pierda, papel o tijera.... Malditos hermanos Haitani, se que hacen trampa.

Estaba tan cansado que ya me dolían las piernas de tanto estar de pie.

Un sonoro suspiro suena de mi cuando al fin ordeno todos los cadáveres, mis piernas tiritan levemente, claramente cansadas de todo el esfuerzo que se llevaron. Kanji me espera en el exterior listo para incendiar la fabrica abandonada la cual fue nuestro refugio en algún tiempo y que ahora solo servía para practicar o torturar.

Ahora será cenizas.

-Sanzu...- me llama una voz la cual no tenia ni idea que seguía adentro

Lo veo allí parado implacable como siempre, con la mirada oscurecida y fría, mirándome fijamente.

-Mikey ¿Que sucede? Pensé que te habías ido con Kokonoi o Kakucho- le digo mientras intento controlar el temblor de mis piernas al acercarme a el, no quiero ser débil, no frente a el.

Soy su segundo al mando, debería ser fuerte e implacable tal y como lo es el.

-Me quede para verte-

Su declaración me toma de improvisto. Ambos nos quedamos mirando sin decir nada y a la vez todo, tenia curiosidad por su próximo movimiento ya que rara vez hace algo fuera de su rutina últimamente. Lo veo recorrerme con su mirada de arriba hacia abajo, buscando algún mal en mi y claramente se que los ve, no puedo ocultarle nada, mi rostro cansado y pálido, mis brazos tensos y adoloridos, mis piernas temblorosas y cansadas. Todo son errores, todos son defectos en mi.

Lo veo girar levemente mientras me señala su espalda con una mano

-Ven- dice solamente a lo que yo no entiendo a que se refiere su orden ¿Quiere que lo siga?

Me mira sobre el hombro con una cara fastidiada por mi poca capacidad de actuar rápido, se acerca un poco mas a mi y sigue el mismo patrón solo que esta vez dice mas que una palabra.

-Ven, te llevo... Sube a mi espalda-

Su voz a pesar de ser fría y dura tiene destellos gentiles lo que provoca que mi mente no pueda asimilarlo del todo, se que intenta hacer algo por mi, una buena acción, pero por un motivo eso me hace sentir débil ante el. Yo debería ser fuerte por el

-Sanzu... Estoy perdiendo la paciencia...- me dice y esta vez su voz suena mas dura, mas autoritaria por lo que no me puedo negar, me subo a su espalda mientras el agarra la parte posterior a mis rodillas flectadas, me tira levemente hacia arriba para acomodar mi posición y comienza a caminar hacia la salida.

No digo nada, no quiero que se enoje conmigo.

Se que quizás no veamos ridículos, sobre todo yo al ser mas alto que el y un poco mas robusto, pero esta simple posición hace que mi corazón lata a mas no poder, la felicidad que estoy sintiendo en este momento sustituye cualquier mal que me allá pasado en las anteriores 48 horas.

-No necesitas esforzarte tanto... Si necesitas ayuda o alguien que te cargue, siempre puedes contar conmigo...-

Sus palabras suenan con tanta calma y tanto amor que no puedo evitar sonrojarme, me aferro mas a el disfrutando de su aroma a vainilla con tabaco. Es como un veneno dulce, que no puedes dejar de consumir aun sabiendo que te hace mal o que tarde o temprano te termine matando, es adictivo y tan embriagador que no puedes dejarlo ir.

-Siempre estas conmigo Sanzu, tu también puedes apoyarte en mi-

-Gracias...-Susurro esperando no ser escuchado y no esperando respuestas, solo me aferro a el y me recuesto en su espalda mientras me lleva hacia afuera, oigo a Kanji decir "Que carajo" pero aun así el no me suelta y estoy tan agradecido.

Si me soltara ahora no podría ni siquiera ponerme de pie, no estando tan cómodo y tan embriagado por su calor, mi cuerpo tiembla y ahora por una razón totalmente al cansancio, tiembla de éxtasis y de felicidad la cual ya no tiene cabida en mi cuerpo, no en este exceso.

Un bajo mando abre el auto y Mikey me deja con delicadeza en el asiento.

Hoy a sido una buena noche, ahora podría dormirme sin drogas, sin líquidos de dudosa procedencia recorriendo mi cuerpo.

Solo con la felicidad revoloteando en mi  y una pequeña sonrisa adornando mis labios, recordando la calidez y el aroma de mi Rey.

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Holi, aquí yo escapando de mis 4 informes que 2 son para este viernes, mas las próximas pruebas y finales que se acercan :D ya no quiero mas guerra T_T

Bájenme de este tren llamado adultez.

Espero que ustedes estén mejores, tenga linda noche, dia y tarde <3

Perdonen los errores de ortografía.