boy bi ?namgi?EDITANDO

Jimin comenzaba su semana con mucha dificultad, además de sus deberes y múltiples tareas todo parecía ir cuesta abajo.

Era incapaz de dormir bien por las noches y de estar conectado a cada acontecimiento que le sucedía, se sentía como un zombie vagando de un sitio a otro.

Como un simple muñeco que hacía las cosas que debía, era un sentimiento que le comenzaba a atormentar y hacer que su rostro luciera un poco más demacrado.

Ello se debía en gran parte a todo lo que había sucedido últimamente ya que, como era su costumbre, simplemente se lo había guardado.

No importaba cuántas personas le apoyaran, si Namjoon o Seokjin siempre estaban para animarlo, en cada acontecimiento desafortunado que le sucedía guardaba la mayor parte para resolverlo él solo en su lucha interna.

Aquel día en el que sus dos amigos faltaron a clases para animarlo emocionalmente, había tomado el valor de hablar sobre lo que verdaderamente le afectaba, de inicio a fin.

No obstante en el momento en el que tuvo a Namjoon y Seokjin frente a él, se arrepintió y prefirió contarles un acontecimiento mínimo de sus últimos días, lo cual era lo mucho que le agradaba Jungkook.

Pero la verdadera razón por la que les había pedido ayuda ese día era porque acababa de verse con Lee HoSeok aceptando de nuevo el trato tan deplorable a cambio de simple afecto superfluo.

Si bien el hecho de que Jungkook le gustó desde que empezó a conocerlo, el hecho de que este tuviera novio no era su mayor preocupación.

Vamos, ni siquiera tenía en mente llegar tan lejos en lo que Seokjin le había sugerido para ayudarlo porque a él le bastaba llevarse bien con el pelinegro.

Jimin era consciente de que estar con Jungkook y compartir una plática trivial le ayudaba a no prestar demasiada atención a ese problema y también evitaba encontrarse a solas con Lee HoSeok.

Todo eso era suficiente para él, pero después de ese día en el que perdió la consciencia junto a Jungkook, su estado de ánimo había decaído.

Porque parte de él también creía en las palabras de Namjoon, la manera en la que se acercaron a la pareja podía ser completamente inocente al no intervenir directamente en la vida de ellos dos, pero no dejaba de sentirse incorrecto.

Hicieran o no hicieran nada, ambos estaban en medio de la pareja. Su interior era un caos sin resolver del que no podía escapar ni mucho menos ignorar. 

Simplemente no había sido capaz de pedir ayuda a sus amigos y ahora también era testigo y un posible culpable de la ruptura de un chico que le agradaba cada día más.

¿Qué podría hacer mal ahora? Se preguntaba a sí mismo mientras caminaba en dirección a la salida del colegio, esperando por fin llegar a casa a intentar dormir un poco.

Un tirón fuerte en su brazo derecho le hizo salir de su ensoñación, las pisadas fuertes del pelinegro en el que estaba pensando lo llevaban casi arrastrando en dirección a la sala de prácticas.

—¿Sucede algo? —preguntó sin recibir respuesta y sintiendo el ardor en su muñeca cada vez más intenso— Jungkook, me estás lastimando

Pero sus quejas no fueron escuchadas, en cambio la velocidad con la que avanzaba Jungkook había aumentado.

Llegando a la sala de prácticas, Jimin al fin fue liberado escuchando detrás de sí cómo la puerta del sitio se cerraba con bastante fuerza.

—¿Qué estás planeando esta vez, Jimin? No pretendas hacerte el inocente— inquirió el pelinegro recargado en la puerta bloqueando el paso