Una drag a Medianoche #ONC2022

Capítulo 4

Hace con la mano un ademán de que la sigan para después mover su cabello largo y rizado al estilo de un anuncio de champú.

—Sebas, esperémosla un poco más. — Lacy comienza a poner morritos con sus labios.

Siempre suele conseguir lo que quiere de sus amigues, aunque en esta ocasión solo consigue que le mire el chico de vestido fucsia con un poco de barba.

—Si, bonita, todo se dice muy fácil con esas manoletinas —acusa con su dedo índice y todes gritan exageradamente para después carcajearse todo el grupo. Lacy levanta los hombros y asiente—. Tenéis razón, tomémonos algo. Ya se dice: con el estómago vacío no se debe ir a la guerra.

—Nos vamos de compras —rueda los ojos Finn.

—Las rebajas son peores, nene. —Le guiña el ojo derecho con una sombra de color verde.

Finn rueda sus ojos azules mientras se acicala el cabello blanco, pero Sebas no espera para soltar otro comentario: —Y no todas ni todos tenemos tu percha, cariño.

El grupo formado por esas seis personas se dirigen al primer bar riendo, haciendo bromas y algunas apuestan sobre cuánto va a tardar Beatrix en llegar.

7️⃣👨🏻‍🎤👩🏻‍🎤🏡

—¡Hola! —Agito mi mano con emoción y me pregunto el porqué Sebas y Hala se frustran al verme—. Reconozco que el pelo podría estar mejor, pero tampoco es para que hagáis quejidos gatunos. O lo que sea ese ruido que hacéis.

—Han perdido la apuesta —Finn se acerca y me observa con sus ojos azules llenos de emoción mientras toca mi cabello rosado— Tampoco está tan mal.

—¿Habéis apostado de nuevo? —Lacy me asiente y después me besa en las mejillas— ¿Cuánto habéis apostado?

—¿Te refieres al dinero? —inquiere Lacy con diversión en su cara.

—No, quiero saber cuánto tiempo pensabais que iba a necesitar para llegar aquí.

—Pues, verás. El más generoso fue Flinn que apostó que llegarías cuarenta minutos tarde. Jaffet dijo que estarías al pasar una hora; Jaci dijo una hora y veinte. Pero Hala y Sebas están molestos porque apostaron que ibas a tardar dos horas y media. —Al escuchar todo eso me sonrojo.

¿Cuál es la gracia de hacer apuestas conmigo? Llevan así desde hace un año y sigo sin verle la gracia.

—¿Y tú qué dijiste? —le pregunto a la chica con dos coletas que me sonríe.

—Dos horas y veinte y tres minutos.

—¿Usaste las cartas de nuevo? —inquiero a Lacy con una ceja enarcada. Ella saca la lengua y se rie.

—No pude evitarlo, nos jugábamos demasiado. Sabía que mi caballito no me dejaría mal parada. —Lacey besa mi moflete con fuerza, marcándolo de su labial verde.

—Hey, eso no vale —impera Hala con molestia mientras nos señala—. Usar brujería está prohibido.

La chica con dos coletas se acerca a la otra de cabello negro y la mira con superioridad.

—Ah —bosteza y añade—: es una pena que no haya una regla que lo prohiba.

—¡No te soporto! —Hala muestra sus uñas moradas con mucho enfado.

Sebas y Finn parecen leer sus intenciones la agarran para que no arañe a Lacy, quien la pica más sacándole la lengua. Me doy la vuelta y veo como todos los clientes nos miran asustados; si seguimos así al final nos echarán.