Una drag a Medianoche #ONC2022

Capítulo 4

—Guardemos esa energía para las rebajas —cambio de tema rápido para evitar líos con la policía.

—Bien dicho, caballito —dice Lacy y todas parecen que se relajan.

—No me llames eso —suelto cansada de ese mote.

—Tienes razón, ¡qué vergüenza! Disculpa. —Se rie y yo le hago una seña de que no pasa nada— Eres una yegua.

—Me rindo. —Aspiro fuerte por mis fosas nasales mientras deseo dejar de ser un animal de cuatro patas.

7️⃣👨🏻‍🎤👩🏻‍🎤🏡

—No, Jaffet. A ti te pega más el delineador con estas sombras naranjas. —Recomienda Arnaq.

No espera una respuesta para retirárselo de las manos y dejarlo donde están las paletas de color morado. 

—Bea, a ti te pega un amarillo. —Coge del estante las nuevas sombras y algunos labiales.

Yo le niego con la cabeza porque quiero seguir con mis riñones y esa marca es muy cara.

—Yo prefiero la vieja confiable. —Cojo una paleta que se encuentra al setenta por ciento de descuento.

—No es resistente al agua. —Leo la etiqueta y tiene razón.

Malditas rebajas engañosas. Siempre tienen una pega; el precio no lo rebajan de verdad o le falta alguna cualidad al producto.

—Pero seguro habrá uno más económico. —Me relajo cuando veo que deja la paleta.

Es entonces cuando suelto un suspiro mientras se va a otros mostradores, regresando con más sombras de ojos y labiales. Al menos no parecen tan caros como los del principio, siempre que la etiqueta está bien puesta; porque no es la primera vez que ponen la nueva colección entre las rebajas para despistar.

—Creo que te pega más una tonalidad de rojos, he escogido el labial amarillo; porque te aseguro que vas a brillar con esto, además, tiene purpurina cuando se seca. —Asiento, dándole la razón como a una niña pequeña.

Aprendí mucho tiempo atrás que si Arnaq no conseguía que le hiciésemos caso, se ponía muy pesada. Al cogerlos con una sonrisa, no puedo evitar pensar en la paciencia que tuvieron sus padres.

Cuando terminamos de pagar me sorprendo al ver que el precio de las rebajas está vez no estaba mal puesto. Más sonriente, voy con el grupo a ver vestidos. Porque estos espectáculos son únicos como las bodas; no hay uno que sea igual; por eso no se repiten tampoco las prendas de ropa.

Mi primera opción es un vestido básico de color negro sin mangas. Creo que si consigo un poco de tela blanca para hacer unos bordados, puede quedar algo bastante guay.

—Pero bueno, Finn, me encanta ese mono rojo —grita Sebas, llamando la atención de las dependientas. Él sigue con sus cosas y ayuda a que el pliegue trasero no roce con los pies del chico alto de ojos azules—. Cuando hayamos comprado todo déjamelo, y le corrijo esto.

—Arnaq, sal ya —impera Finn nervioso.

—Ya voy —habla con dificultad desde dentro del probador.

—¿Te pasa algo? —Sebas apoya su mano cerca de la tela del probador para abrir rápido en caso de que necesite ayuda.

—No, solo estoy luchando por entrar en este vestido.

—Normal, sueles ir con ropa muy holgada, al igual que la jefa.

—Ven y dímelo a la cara. —Sale hecha una furia del probador, moviendo su cabello caoba hacia delante tapando toda su visión.