Una drag a Medianoche #ONC2022

Capítulo 5

Espero que hayan tenido tiempo suficiente y esté todo organizado. No es la primera vez que se han quedado sin hacer nada, a parte de ver vídeos cortos de internet y con treinta minutos creo que han tenido más que de sobra. A fin de cuentas, es poner la decoración de una fiesta; no es montar un mueble de Ikea, así que tengo una ligera esperanza de que salga bien.

—¿Por qué están las luces apagadas? —pregunta Finn al entrar de nuevo a la habitación.

Me imagino que habrán apagado las luces para dar una sorpresa y por eso no se ve nada en los focos superiores e inferiores.

—No lo sé. —Intento simular que no sé nada mientras me aguanto las ganas de reírme.

Asiente y sigue caminando con temor de tropezarse. Como no vemos nada, enciendo la linterna del teléfono y alumbro el suelo para no chocarnos mientras intento no alumbrar los adornos de la fiesta.

—Gyeong, me estoy asustando. —Debo reconocer que yo también me siento igual.

Sé que esto es parte de la sorpresa, pero, ¿por qué nadie dice nada o encienden las luces? Si aparece ahora un muñeco con un cupcake en las manos mientras dice: feliz día de tu muerte. Me cago viva, sino me da antes un infarto.

—Que va, no te preocupes. Seguro que esto es un apagón, voy a mirar en el cuadro eléctrico.

—Vale, pero voy contigo. Que en las pelis siempre mueren cuando se separan.

—Cielo, esto no es una película. —Justo en ese momento escuchamos unos pasos y empiezo a asustarme. ¿Ha pasado algo?— ¿Hola? ¿Chiques? Si esto es una broma puede parar. Ya nos hemos divertido lo suficiente.

—Estoy de acuerdo. —Finn me envuelve entre sus brazos asustado.

Los ruidos y sonidos de tacón continúan sonando y yo ya me estoy empezando a enfadar. No quiero ser la protagonista de un asesinato. Prefiero formar parte de una donde los protagonistas se enamoran y tienen momentos tontos pero divertidos.

De repente escucho un ruido de un encendedor y mi amiga me apremia para que me de la vuelta. Según ella ha visto una luz. Yo ya no sé que pasa aquí, no ver nada tampoco ayuda. ¿Estará Finn metido en esto? Espero que no, de lo contrario una disculpa no bastará.

—Gyeong, mira. Hay más luces ahora. —Ruedo los ojos y vuelvo a darme la vuelta—. Twyla, ahí no hay... nada.

Al decir eso la luz de unas velas puestas sobre una tarta me impresionan. Quizá esta sea la sorpresa, tal vez aparezcan ahora todes cuando le den a la luz. Esto sigue siendo una broma, ¿verdad?

Con cuidamos nos acercamos al pastel blanco con una tarjeta de felicitación al lado; encima de la mesa redonda.

—Toma, —Le entrego el teléfono y abro la tarjeta.

Dentro sale una cara de un muñeco con ojos azules junto a un mensaje que dice: feliz día de tu muerte

—Feliz día de tu muerte. —Lo vuelvo a leer en voz alta.

—¿Eh? —suelta Finn sin entender nada.

—Toma, léela. Es lo que pone la carta.

Se la entrego y después de unos segundos me mira algo asustado. Escuchamos unos susurros que nos hiela el cuerpo a los dos, en verdad, solo puedo hablar por mí, pero no creo que Finn esté en estos momentos para bailar la Macarena.

—Sé que es mi cumpleaños, pero si es una broma puede terminar ya. —Asimilo sus palabras y me doy cuenta que si ella no participa en la broma y yo tampoco.

Ahora sí estoy aterrada... Y si de verdad estamos en problemas, por otro lado, las señales indicaban que algo no anda bien. Me doy un golpe en la frente por ser tan inconsciente.