抖阴社区

xi.

1.8K 293 42
                                        

—¿Por qué lo dices?

—Yo te ví cuando entraste, y desde ese momento parecía que estabas buscando a alguien. —respondió indiferente, la cámara colgando una vez más de su cuello. Apoyando su peso con despreocupación sobre una de sus piernas, mirándolo desde arriba, sus ojos brillando, diciendo sin palabras que lo tenía atrapado en sus redes. —Estuviste persiguiendome un rato antes de tener los huevos para hablarme. Eres demasiado obvio, pero no pareces tan estúpido, tal vez viniste hasta aquí con un objetivo en mente.

—Te estás creyendo demasiado. —comentó Isagi con las mejillas ligeramente sonrojadas.

—Lo que tú digas. —Rin levantó una ceja, antes de girar dispuesto a irse, encogiéndose de hombros, restándole importancia.

—¿Te vas?

—Si no te intereso. Me iré. Eres tú quien busca algo conmigo.

—¿Estás siendo caprichoso?

—Tengo trabajo que hacer. —respondió, caminando sin mirar atrás, una sonrisa surcando sus labios. —Nos vemos, desconocido.

—Isagi Yoichi. —contestó con la voz lo bastante fuerte para que Rin lo oyera.

—¿Qué es lo que quieres, Isagi?

—¿Qué te hace creer que quiero algo? —preguntó acercándose, tomando con su mano el brazo de Rin. —¿Y si solo quería verte una vez más?

—No te habrías acercado de ser así.

—¿Y cómo sabes que no volví porque no quería que te alejes de nuevo?

—Pensaría que el sexo fue demasiado bueno, o eres un vírgen que se obsesionó con su primer chico. No puedes anclarte a alguien que solo viste y disfrutaste una vez. —El ceño ligeramente fruncido, junto a una mirada de incredulidad.

—Supongo que me enamoré como se enamoran los artistas. —respondió con una mirada cargada de entereza y seguridad creyendo cada una de sus palabras, pero aún así, Rin no estaba del todo convencido. —Con la vista se enamora un artista, porque con una mirada puedes captar miles de cosas.

—Los artistas se enamoran de la fantasía, de lo que puede ser, y siempre se frustran por lo que es. —contestó, liberandose de su agarre con una gracia innata, ni siquiera se sintió ofendido, y se quedó pensando, buscando en su mente una forma de rebatir ese argumento.

Pero las musas son etéreas y no sempiternas, ven el mundo sin saber quedarse en un lugar, y si las pierdes de vista son difíciles de encontrar. Rin se perdió otra vez en el río inundado de personas que era ese museo, pero Isagi no se rendiría tan fácil.

Opaco. |RinSagi|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora