I'm Not An Omega, Just A Beta [KookJin]

Habían pasado ya un par de semanas, sin embargo, Jungkook todavía era capaz de mantener los recuerdos frescos como si tan solo hubieran sido minutos.

Sintió un tirón en su miembro cuando la expresión sonrojada y provocativa de Jin se proyecto en su mente.

“Vamos a hacerlo amo, no lo pienses demasiado”

Casi gruñó bajo. Ah, normalmente me hubiera dado cuenta si mi pareja era virgen.

SeokJin siempre ha actuado extraño a mi alrededor. Pero aún así... Sin saberlo, esta tomando ventaja sobre mi así como así.

Una pequeña sonrisa tiro de sus labios, tan sumergido en sus pensamientos que ni siquiera lo notó hasta que escuchó un carraspeo y las siguientes palabras:

—Supongo que algo bueno pasó, señor.

Jungkook por fin pareció volver a la realidad, observando a su asistente frente a él. —No. —Respondió sin vacilar.

El hombre frente a él asintió nervioso.

Cambiando rápidamente de tema, Jungkook preguntó. —¿Alguna noticia acerca del perfume de feromonas de Beta?

—Oh bueno... Desde que el efecto es más fuerte de lo esperado, se supuso que habría un abuso de él. Incluso el efecto es muy similar al de verdaderas feromonas.

Jungkook asintió con entendimiento, leyendo los papeles en sus manos. —Obtener el permiso de venta no será tan fácil.

—Ya lo creó, señor. Pero... Ciertamente, esta muy enfocado en un perfume para Betas, ¿no es así?

—El mercado es muy pequeño, pero ello no quiere decir que no exista. Incluso siendo Betas, todavía están interesados en Alfas y Omegas, siempre es así.

Otra vez la imagen de cierto chico apareció en su mente, castaños cabellos húmedos, rostro sonrojado, el diminuto cuerpo jadeante bajo el suyo...

Tragó el nudo en su garganta, pero por fin se distrajo cuando su teléfono vibró en el escritorio. Rápidamente pudo leer el remitente y la vista previa del mensaje.

↡SeokJin: Hola, amo. ¿Estas libre esta noche de cas...

[...]

Jungkook observó al nervioso castaño que intentaba ocultar sus mejillas sonrojadas. El autor de cada uno de sus pensamientos durante las semanas pasadas, ahora era materialmente real frente a él.

Tomó otro bocado en sus palillos, pero se dio cuenta de que SeokJin no había tocado ni un poco de su comida desde que ambos habían llegado.

Frunció el ceño. —¿No te gusta la comida, Jin?

SeokJin bajó la mirada, evitando los oscuros ojos de Jungkook. —Uhmm. No es eso, sólo... Yo iba a comprar la cena hoy.

—¿Y?

Jin hizo una mueca antes de responder. —No tengo el suficiente dinero para reservar un restaurante completo.

Efectivamente, el lugar se encontraba completamente solitario, a excepción de ellos y los mozos que les atendían. A Jungkook siempre le había gustado la privacidad que el dinero podía comprar. Sin embargo, viendo a SeokJin así, se replanteo si la idea había sido la correcta. —Yo... No quería que nadie nos molestara.

Y era verdad, Jungkook odiaba la reacción de la gente ante cualquier pequeña cosa, siendo el hombre reconocido que era, hijo de una de las familias más influyentes del país, su privacidad parecía siempre perturbada de algún modo.