Como si las flores hablaran

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Estas plantas originarias del mediterráneo se relacionan directamente con el corazón y la inocencia. Son muy elegantes y denotan un amor puro y delicado

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-¿como era? Así si...- el ojirubi carraspeo mientras intentaba imitar al Todoroki menor -"Quisiera ser bombero para agarrarte esa manguera" ¡mierda fue tan gracioso!- se burlo entre risas haciendo avergonzar al bicolor totalmente, del otro lado de la puerta las tres chicas que trabajaban alli, por que Hagakure decidió salir corriendo de su clase solo para ver aquello en cuanto Tsuyu le dijo que el "ligue" de su jefe estaba de nuevo allí. Todas se miraron entre si con pena por su pobre jefe ¿quien le dijo que debía hacer eso? Aunque ciertamente era hasta un punto tierno. Cuando escucharon el ruido de que saldrian se escabulleron corriendo de allí mientras aquel par salia entre platicas y sonrisas leves, era tan sorprendente para todos ver ese gesto tan dulce en su rostro y el único causante era esa chico de cabellos rubios quien llevaba días visitando la floreria o mas exactamente al dueño de esta, incluso cuando el invierno comenzaba a dejar rastros de empezar y el otoño quedaba atras no dejo de visitarle cada vez con pretextos como que "la bruja quiere tener cosas almacenadas para no batallar después" "solo vine por flores para la bruja" cosas así, pero siempre acababa yéndose a charlar con el bicolor.

Todos los empleados se acostumbraron rápidamente a la constante presencia del cenizo prácticamente visitaba todos los días el local siempre con una excusa del por que se encontraba allí. Se quedaba en el invernadero haciendo sus tareas y uno que otro dibujo mientras Shoto se encargaba de pendientes minimos en el lugar, o le acompañaba de vez en cuando dándole ayuda en algunas cosas.

-Tener a un idiota como tu aveces no es tan malo, al menos me ayudaste a pasar las malditas clases de Ciencias, Ugh odio esa clase y a el profesor - se quejo una tarde él de rubíes ojos mientras guardaba los libros en su mochila.

-no entiendo por que no te gusta la materia, yo era bueno en ella, sobre todo cuando habia temas relacionados a las flores, plantas o algo asi - se encogió de hombros el de cabellos bicolores que sonreía como siempre lo hacia cuando tenia alado a Katsuki.

-Es aburrida, y él profesor es tan malditamente estricto, al menos la bruja no me matara por una nota baja este año - se encogió de hombros, si bien el rubio era un excelente estudiante de vez en cuando terminaba teniendo una leve mancha en sus notas, y aunque dijera aquello sus padres jamás le imponían el ser perfecto en los estudios, eran excelentes y cariñosos padres a su manera, sobre todo por la rubia que no dudaba en regañar a cada rato a su hijo por minimidades

-Me alegra ser de ayuda, Kats-

-¡ah! Joder de verdad eres un viejo confianzudo y rabo verde ¿no?- soltó una carcajada ante el gesto que se formo en el rostro del mayor quien rápidamente quedo encantado ante aquella risa que se le era otorgado el honor de oír -Bien debo irme bastardo, me toca hacer la cena hoy.-

-Te acompaño a la entrada- se levantó detras del contrario caminando a su lado mirandole cada tanto con una sonrisa boba, todos los clientes volteaban a verlos, varios encantados con la sonrisa en el rostro de Shoto, otros maravillados por la belleza de Katsuki quien atraia miradas tanto como el bicolores, quien al notar aquello sentía aquel calor incomodo en su pecho, celos, celos de que miraran a quien le gustaba.

-Bien me voy, nos vemos luego idiota- se despidió de el como si nada importándole poco las miradas sobre ellos o los cuchicheos de las chicas que visitaban el lugar como clientas o de las mismas empleadas que le despidieron como todos los días.