(BORRADOR)
LIBRO 1- SI T? FUERAS M?A.
DESTINO.
La coincidencia no existen y cuando dos almas pactan estar juntas, el destino solo hace su trabajo en unirlas. Aleska jamás se imaginó los cambios que traería a su vida al mudarse a otra ciudad y conoce...
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Pamela.
Aparco mi carro en el estacionamiento del edificio donde se encuentra el departamento de Demian, tomo mi cartera y bajo para adentrarme al edificio donde me encuentro al portero en la recepción.
Paso de largo, pero el hombre me mira y se viene detrás de mí.
-Señorita Pamela, no puede pasar-Avisa detrás de mí y no lo determino siguiendo hasta llegar al ascensor.
-Disculpe-Se coloca frente a mí-Pero no puede pasar-Repite.
-Cómo que no puedo pasar, ¿Qué te pasa?-Espeto molesta.
El ascensor llega, así que hago el amago de adentrarme y el tipo frente a mí me toma de la mano, miro su agarre y trato de quitarme su mano de encima, pero no me lo permite.
-Suéltame-Quito su agarre-Sabes que puedo meterte una demanda por tocarme.
-Lo siento señorita Pamela, pero no puedo dejarla subir sin ser anunciada.
-Que te pasa, a mí nadie necesita anunciarme.
-Son órdenes del señor Brown, lo siento solo cumplo órdenes.
Lo miro molesta.
El portero no hace el intento de quitarse, así que me toca devolverme a la entrada y siento los pasos del señor detrás de mí, me coloco frente a la recepción.
-Dígale a Demian que estoy aquí-Le exijo.
Mi mirada se fija en lo que el señor hace, toma el teléfono residencial luego se lo lleva al oído y ni siquiera marca ningún número.
-Lo siento no está-Dice sin más.
-Me ves la cara de estúpida.
-Estoy llamando y nadie contesta.
-Ni siquiera marcaste un número imbécil.
-Por favor señorita Pamela, retírese del lugar-Pide-El señor Brown no está en el edificio.
Salgo a mirar al estacionamiento y veo el Jeep negro de Demian aparcado, así que me devuelvo a la recepción.
-Ahí está el auto de Demian, llámelo y dígale que yo estoy aquí.
-Lo siento, pero lo estoy llamando y no contesta.
-Está con una mujer en su departamento, ¿Es así?, o mejor dicho, tiene a la zorra universitaria con el, ¿Verdad?
-No le puedo dar ese tipo de información, disculpe.
-Imbécil-Lo riño dándole la espalda.
Me voy a mi carro y lo abordo tomando mi móvil marcando por décima vez el número de Demian y lo mismo, operadora.
-Qué mierdas le pasa a Demian-Hablo sola tratando de controlar la molestia que siento.
No sé cuánto llevo aquí metida en mi carro esperando que Demian salga del edificio, pero quedo pegada del asiento cuando lo veo salir con la niñata de la residencia.
