? mio : yeonbin !!

Ser novio de Choi Yeonjun no era para nada fácil, claro que no, el chico era el más deseado en toda la universidad y Soobin tenía a muchos rivales con quienes acabar.

Soobin recuerda perfectamente como antes de siquiera poder tener el honor de hablar con el rubio, él intentaba sacar a todos de su camino y la mayor parte del tiempo lo lograba, pero al no ser una pareja y mucho menos tener alguna relación aunque sea amistosa, le era algo difícil cuando alguna de las chicas le daban pelea y lo herían con palabras como "Él nunca se fijaría en alguien como tú", "¿Crees que Yeonjun realmente se interesaría en ti, un chico?" Oh, "¿no sabes que Yeonjun no es gay" Bien, en su momento las palabras le dolieron horrores, su corazoncito dolía y sus ojitos se llenaban de lagrimas inconscientemente, pero eso ya no importa, él ahora era el chico de Yeonjun, su novio, y el rubio no lo negaba.

Soobin recuerda la primera vez que hablaron, fue accidental. Soobin iba caminando apurado por los pasillos, esa mañana había desayunado leche caducada pensando que no pasaría nada, pero claramente se había equivocado, por lo que en medio de su clase tuvo que correr hacia el baño y al llegar y abrir la primera puerta, claro que no esperó encontrarse con Choi Yeonjun con medio pantalón abajo y su bóxer también en sus rodillas, dejando a la vista su majestuoso amigo.

Claro, Yeonjun se puso inmediatamente rojo de pies a cabeza, ambas cabezas, y Dios, Soobin se quería golpear por no poder despegar la vista de aquel pedazo de carne, pero en su defensa, era Choi Yeonjun.

Soobin recuerda que luego de que Yeonjun se subiera los pantalones, fue él quien le pidió disculpas cuando claramente era Soobin el que tenía que hacerlo, pero lo dejo pasar y le fue inevitable no halagar sus dotes. Yeonjun volvió a sonrojarse olímpicamente.

Fue incómodo para ambos, pero fue inevitable para el mayor hacerle una propuesta indebida y aunque a Yeonjun le dio mucha vergüenza, decidió sonreírle y decirle que era mejor ir de a poco, que primero deberían tener unas cuantas citas y conocerse mejor.

Soobin sólo recuerda que luego de esa propuesta, sintió nuevamente las ganas de vomitar y no pudo evitar empujar a Yeonjun y largar todo en el retrete.

No se arrepiente, buena, quizás un poco el haber vomitado frente a su amor ahora no tan imposible, pero fuera de eso, la forma en la que Yeonjun y él entablaron conversación por primera vez fue rara pero mágico, o eso le pareció a Soobin.

Lo que Choi Soobin no sabe y Yeonjun no piensa decirle es que el pequeño de regordetes labios está perdidamente enamorado de Soobin desde hace un años, cuando lo vio por primera vez en la cafetería, todo molesto con su adorable mueca y su pucherito encantador, tratando de resolver algún problema escolar. Yeonjun cayó por él.