En Aquel Tiempo Y en Este

Lucius llega a Hogwarts dos días después de la carta, su hijo no sabe su presencia y espera tenerlo lejos del bochorno, entra al colegio luciendo majestuoso como siempre bien vestido y perfumado con el rostro en alto.

Buscar a Potter no puede ser difícil el niño es una telaraña de problemas siempre, sin duda como son los Gryffindor's. Lucius busca al chico pero decide ir a Severus agradablemente le informa que esta en su torre que no deberia molestarlo pero Lucius lo despide y va a la torre.

El retrato lo mira con una ceja alzada

–Necesito hablar con el señor Potter por favor bella dama.

Ella sonrie sonrojada y abre.

Lucius sube las escaleras del lado masculino buscando el apellido lo encuentra y abre la puerta de par en par, Potter salta de su lugar no luce asustado si no feliz.

Prácticamente se abalanza sobre el buscando sus labios Lucius escupe prácticamente su cara alejandolo de el, se ve confundido

–Lucius

–Señor Potter un poco de respeto a sus mayores vendría bien, para comenzar vine aquí para una advertencia entiende– avanza un paso

Harry parpadea mirándolo herido

–Usted nunca debió tocar un tema,  mi difunto esposo y mis hijas no se como se enteró de todo pero le prohibo volver a hablar sobre eso y hacerse pasar por alguien que no es.

–Soy yo– habla rápidamente –Veme ¡Reconoceme amor! Soy tu harrison– sollozando habla

Una bofetada suena en la habitación Harry llora por el ardor Lucius avanza otro paso y esta vez Harry retrocede

–¡No permitiré que amancilles  su nombre! Tu nunca serás algo comparado con el una sangre mestiza como tu, el día que mi señor venga por ti me reire en tu tumba.

Lucius luce asesino

–Lucius– llora –Te amo, di a luz a Draco tenía siete años, recuerdas cuando tres Magos nos atacaron yo protegi a nuestro hijo mientras peleabas yo...

Otra bofetada y otra en su otra mejilla

Harry sollozo dolorosamente

–¡Callate! ¡callate! – la voz de Lucius se alza –¡Como te atrevez!

–Por que yo soy Harrison Spence, yo fui ese adolescente que aparecio de la nada soy yo con quien te casaste, me amas lo dijiste en tus votos. Maldita sea Lucius mirame y dime que no nos parecemos ¡como no recuerdas nada de mi! ¡Como era!

Lucius saco su varita apuntándole, Harry exhala temblorosamente

–Lucius

–Crucio– la maldición sale sedosamente de los labios del rubio, los gritos de Harry le pegan una sonrisa hasta que otro llanto se une Lucius alza la mirada hacia la cama y ve dos niñas... Recién nacidas, deja la maldición acercandose a la cama –¡No es posible! – susurra   como no iba a reconocer a un heredero Malfoy.

–Son nuestras– la voz lo saca de su estupor, mira al piso donde Potter solloza en un lío de lágrimas y sudor

–¡No es posible! – se aleja de la cama pasa por donde Potter y golpea con su bastón –¡No es posible! – lo repite varias veces –Maldito Potter.

Lucius huye

Harry solloza dolorido la sangre escurre de su boca le duele la cara y los hombros donde el mayor golpeo.

Ronald lo encuentra desmayado nadie se ha atrevido a preguntarle sobre las bebés ni el ni Hermione lo agradece, lo llevan a la enfermería donde lo curan nunca dice quien lo golpeo.