Scarlett Mikaelson. La hermana del medio de la familia original y gemela de Klaus Mikaelson.
Ambos hermanos se embarcaron en un viaje para romper la maldición que les impedía contacto con su lado animal. Harán todo lo necesario para convertirse en...
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(CHAPTER-THIRTY-TWO)
Elizabeth llevaba café y muffin de chocolate mientras subía al departamento de Alaric, su mejor amigo le comento lo que había pasado la noche anterior y quiso ir a verlo. Cuando la puerta se abrió frente a ella no se sorprendió al ver a Damon, ya lo había sentido.
-Hola- mostró una sonrisa falsa.
-¿Cómo está el?- pregunto intentando entrar, pero Damon la detuvo del brazo.
-Incidente, pero bien.
-¿Quieres decir que no hubo problemas anoche?
-No. Durmió cuál bebé y después cuál Alaric- fue su respuesta-. Y sin hablar de matar al consejo- agrego.
-¿Porque presiento que me ocultan algo?- interrogó.
-No lo hago, esa es tu mente paranoica hablando- le quito lo que tenía en manos-. ¿Que me trajiste? ¿Muffins de chocolate y café? Ya sabes lo que dicen, se lo conquista a un asesino por el estómago.
Elizabeth lo miro incrédula.
-Primero que nada, no tienes nada de lo que me gusta, mucho menos te conquistaría. Son para Ric.
-Pues, Alaric no podrá atenderte porque está encerrado.
-Bien. Solo dale eso y pídele a Stefan que me conteste los malditos mensajes. ¿Me escuchaste? Que tengas mal día- dice marchándose.
[…]
Elizabeth salió del edificio y camino en dirección al grill, últimamente siempre iba hasta ahí, aprovechaba que estaba en fin de semana.
Estaba llegando al lugar cuando vió a su querido hermano, acompañado por un chico, penso que era uno de sus compañeros pero una vez que lo vio bien se dio cuenta de quién estaba.
»¿Qué demonios hace Kol Mikaelson con mi hermano?«
De inmediato acelero el paso hacia ellos, necesitaba saber que rayos estaba pasando ahí.
-¿Qué estás haciendo con mí hermano? ¿Te mandaron ellos?
-Relájate, Lizzy- sonrió ladino el castaño-. Solo mantengo una conversación con mi amigo.
-¿Ustedes amigos? ¿Es cierto?
-Somos amigos- afirmó Jeremy.
-¿Tienes idea de quién es?
-¿Tienes idea de quién es su hermana?- contrataca el joven.
-¿Qué diablos le dijiste?
-Oye- se quejo indignado-. Que todos sabemos de la tensión que hay entre ustedes.
