Hey boy, smile for me?

Atención: contenido +18, potente😳✨
_________________________________________

Nahoya se ofreció a atender el restaurante por su cuenta y dejó que souya se vaya con reika, nuevamente estuvieron todo el día buscando departamentos, hasta que finalmente encontraron uno. Tenían que pagar un anticipo de tres meses para poder firmar el contrato, lo bueno fue que el alquiler era proporcional a la calidad del lugar.

—Está muy lindo —dijo Reika mientras examinaba el lugar— quizás algo grande para mi.

La pelilila devolvió su mirada hacia el peliceleste que estaba algo sonrojado, quizás había buscando un lugar grande a propósito, pero no tenía el suficiente valor para decirle el motivo a Reika.

—¿T-te parece grande? Quizás podamos buscar algo más pequeño, no lo sé, después de todo tú vivirás aquí, yo- —reika lo detuvo.

—Está bien, me gusta —le sonrió con amabilidad.

Había pensado bastante esa decisión y el estar conviviendo con souya había aumentado las ganas de querer estar más tiempo con él, pero al igual que souya, no tenía el suficiente valor para decirle.

—Buscaré un trabajo mañana, el dinero que tengo solo me alcanzará para comprar algunos muebles y para tres meses de alquiler.

—¿Hay algo en específico de lo que quieras trabajar, Reika? Es decir, ¿Qué te gustaría?

Ambos se sentaron en el suelo mirando por la ventana de aquél lugar.

—Nunca lo había pensado, sabes que no tengo muchas aspiraciones en mi vida. Mucho tiempo me sentí como un títere que esperaba que alguien lo maneje, y por más que me gustase mi libertad, nunca había sido del todo independiente, así que no sé qué hacer —reika apoyó su cabeza en el hombro de souya— estoy sola con mis pensamientos y con mis decisiones, si tuviera que decir algo que me guste, no sabría decirte qué es.

—Nunca es tarde para elegir algo que quieras, incluso los sueños que tuvimos de niños son importantes, nunca es tarde para soñar —souya acarició la mejilla de Reika apartando un mechón de cabello que cubría su rostro.

Reika se quedó callada, desde pequeña siempre dijo que quería estar con sus hermanos, pero ellos ya habían dejado claro que no querían tenerla cerca, independientemente del motivo por el cual lo hicieron, eso no quitaría que la lastimaron y eso sería algo que no podría olvidar fácilmente. Pero entonces…

—¡¿Tú hiciste eso?! —gritó Rindo con asombro.

—Sip, yo lo hice. No fue mi intención romper tu juguete favorito, así que te hice esto, espero que te guste Rindo.

Cuando Reika tenía 7 años y rindo 8, había destruido sin querer el auto de juguete de su hermano. Así que había juntado algunas maderas que encontró por ahí y con algo de dificultad le había hecho uno nuevo.

—¡Está increíble Reika!

—Vaya que si, tienes buena mano para eso —dijo Ran mientras observaba el auto de madera.

Reika se sonrojó levemente ante los elogios de sus hermanos, no era buena en muchas cosas como ellos, pero finalmente había encontrado algo en lo que se destacaba.

—¡Ahora veamos si funciona! —exclamó Ran.

Rindo y Reika miraron a su hermano mayor con confusión hasta que notaron sus intenciones, Ran se había subido al pequeño auto y comenzó a andar en él simulando conducirlo.

—¡Ran, lo vas a romper! —dijo Rindo mientras perseguía a su hermano intentando recuperar su juguete.

—Debo probar su calidad —objetó el mayor.