抖阴社区

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𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐍.3

//Narra ____//

Llegué a casa después de que Sanzu me dejara en la entrada. Era un hombre extraño, enigmático. No entendía el motivo detrás de su amabilidad. Ayer lo conocí en un bar y, aunque todo pudo haber sido una simple coincidencia, no podía dejar de pensar que no lo era. Sus ojos, de un azul gélido, vacíos de vida, me resultaban curiosamente reconfortantes. En cuestión de minutos sentí que podía confiar en él, lo cual me parecía profundamente extraño, ya que al mismo tiempo su mirada me aterraba. Era como si careciera de emociones, y, sin embargo, había algo en su presencia que me hacía sentir bien.

Me dirigí a la ducha, intentando sacudirme la confusión, y después me fui a dormir. A la mañana siguiente, al salir de la recepción de mis departamentos, lo vi de nuevo. Estaba allí, apoyado en la puerta de su coche lujoso. No sé nada de autos, pero ese claramente parecía caro. Sonrió de manera amable, pero su sonrisa me pareció falsa, demasiado perfecta. Me acerqué y lo saludé.

—Hola, la verdad no creí que vinieras por mí hoy —dije mientras él me abría la puerta del copiloto, para luego rodear el auto y subirse.

—Ya ves, cumplo lo que prometo, hermosa —dijo con una sonrisa que no llegaba a sus ojos. Algo en él se sentía... calculado.

Lo observé por un momento, recordando la noche anterior. En el bar, no se comportaba así. Era como si estuviera interpretando un papel.

—Deja de fingir —dije sin rodeos—. Me gustabas más cuando te vi anoche en el bar.

Sanzu levantó una ceja y su sonrisa se ensanchó, esta vez más genuina.

—¿Ah? Así que lo notaste. Eres más lista de lo que pensaba.

Lo miré confundida, tratando de descifrar sus verdaderas intenciones.

—¿Qué estás tratando de hacer con esa actuación? —le pregunté, sin poder ocultar mi desconcierto.

—Nada en realidad —respondió con indiferencia, encendiendo el motor del coche y comenzando a avanzar.

El silencio llenó el auto, pero mi mente bullía de preguntas. No pude evitar soltar algunas de ellas.

—¿Por qué ocultas tu verdadero nombre? ¿Por qué no actúas como aquella noche?

Él soltó una carcajada, ligera pero sin alegría, y luego, con una sonrisa irónica, exclamó:

" Por qué estaba drogado".

Inmediatamente me sacó de mis casillas, pero lo hizo de una manera tan inesperada y divertida que no pude evitar soltar una carcajada. El resto del viaje hacia la oficina fue sorprendentemente agradable, lleno de comentarios ingeniosos que rompían la tensión. Llegamos al trabajo y el día transcurrió con normalidad. Cumplí con mis horas y, según tenía entendido, Sanzu se había marchado antes que yo. Al terminar, me dirigí a la salida del edificio y noté que había comenzado a llover.

—¡Genial! Justo hoy que no revisé el pronóstico —murmuré para mí misma, frustrada. Además, Sanzu ya se había ido, así que ni siquiera podía pedirle ayuda. Ni siquiera tenía su número. Suspire, pero no tenía muchas opciones, así que decidí correr hasta la estación de tren, sin importarme lo empapada que quedara.

Corrí bajo la lluvia, sintiendo las gotas heladas pegarse a mi piel. De pronto, a unas calles de mi edificio, algo me detuvo. Vi una silueta familiar sentada en un banco del parque. Era él, Sanzu. Estaba completamente inmóvil, mirando hacia el cielo. Mi paso se frenó en seco, como si mis pies hubieran decidido por su cuenta detenerse. Lo observé desde lejos, y lo que vi me dejó congelada. Había algo en su postura, en su mirada perdida, que me transmitía una profunda tristeza. Se veía tan solo, tan vulnerable bajo la lluvia, como si el peso del mundo hubiera caído sobre sus hombros.

   ?BAR? [????? x ??] EN EDICI?N Donde viven las historias. Descúbrelo ahora