Introvertido

Vida

"Puedes parar", suspiró el Sandaime, con los ojos encogiéndose al niño. "No funciona".

Los ojos de Naruto se endureceron mientras daba una risa amarga. "Supongo que no puedo engañarte, ¿verdad?"

"Naruto, escucha", Hiruzen dio un paso adelante, solo para que la mano derecha de Naruto se moviera hacia arriba con la palma de par en par, diciéndole claramente que se detuviera.

"Lo siento, no funcionará", escupía con calma. "¿Podrías haberme hablado de mi padre en cualquier momento del año pasado, o todavía me faltaba la madurez entonces? Podrías haberme hablado del Kyuubi desde que tenía seis años, pero no lo hiciste. Podrías haberme dicho mucho, pero me dejaste pudrirme en la ignorancia, para dejarme enconarme entre esos resplandores y las miradas de los demás. Me dejaste en paz". Él silbó. "Ya no te necesito, viejo", sacudió la cabeza, mirando hacia abajo. "Dejé de apoyarte hace mucho tiempo".

"Veo", había una cara de insmal estado en Hiruzen, mientras hacía suavemente una pequeña sonrisa. "¿Ya creció entonces? ¿Ya no es un niño, todo listo para luchar y matar en nombre de Konoha?" hubo un momento de silencio, antes de que el Hokage se volviera a reír. "No, no en nombre de Konoha... sino en nombre de tu equipo, ¿no es así?"

Él asintió hacia atrás. "No sirve de nada mentirte, ¿verdad?"

"Una vez pensé más o menos lo mismo", respondió Hiruzen amargamente, sonriendo mientras veía los ojos de Naruto ensancharse. "Acababa de perder a un compañero de equipo, en medio de las metralla y la sangre, pensé: ¿Por qué? ¿Por qué estoy luchando por un pueblo que hizo esto? ¿Por qué estoy luchando cuando esta causa no es mía para empezar? ¿Por qué estoy luchando por el dinero? y fue entonces cuando me di cuenta de que estaba siendo un hipócrita", dijo el Sandaime con calma.

"Podría culpar al mundo, podría culpar a los dioses, pero al final... fui yo quien eligió al protector de la frente. Podría haber sido agricultor, ¿sabes? Mi hermano menor estaba listo para convertirse en mi cambio si no quería el deber de convertirme en el jefe del clan a través del servicio shinobi", sacudió la cabeza. "Si crees que puedes recriminar ahora por lo que ya ha sucedido... debido a tu elección, entonces..."

"¡No me des esa mierda!" Naruto se rompió. "¿Qué más podría haber hecho?"

"Podrías haber venido a mí", respondió Hiruzen. "Podrías haberme dicho que no querías ser un shinobi".

"Soy el Jinchuuriki, ¡de todos modos habrías hecho un shinobi!"

"No", los ojos de Hiruzen se endureceron. "No lo habría hecho".

"¡Y si no cambias el presente!" Naruto barrió su mano derecha frente a él, "Me han visto obligado a..."

"¡Asárrame el drama!" La voz de Hiruzen creció ahora, ligeramente calentada. "¿Crees que lo has tenido difícil? ¡Por favor! ¡Mira a tu madre explotar debido a un ataque de Missing-Nin, y luego vuelve y llora por tu miseria!"

"¡Nunca tuve otra opción!"

"¡Nunca pediste uno!"

"¿Así que es qué, un viaje al centro de extracción?" Naruto gruñó.

"No", el Sandaime agitó la cabeza. "Naruto, el mundo no está hecho solo de puñaladores o resplandores", habló Hiruzen con calma. "También está hecho de perdón y comprensión", lentamente, trajo su mano derecha para tumbarse sobre el hombro del niño. "No solo hay odio en el mundo... también hay amor".

Naruto se inquietó. Cerró los ojos y gimió, tratando de encontrar una respuesta. Finalmente, parecía encontrar uno, mientras sus ojos se abrían una vez más para mirar al Hokage. "Así que debido a... amor, ¿me sellas el Kyuubi? Debido al amor, mi padre decidió que me convertiría en el Jinchuuriki de Konoha. ¿Estás seguro de que este es el signo del amor? Porque..." su mano derecha hizo un gesto a su alrededor: "Esto... esto no es amor. No he sentido amor en mi piel desde que tenía seis años. ¿Qué crees que es esta novela cursi? El héroe no gana al final", se rió Naruto. "Él nunca lo hace".