I Go Crazy 《Maylor ; Deacury》

Brian y Daniel se alistaron a medio día para ir al ensayo de la banda. El chico castaño podía ver que su primo estaba dando lo mejor de sí mismo para seguir con los planes que ya habían acordado. Brian le preguntó varias veces que si de verdad quería ir y Daniel le dijo que sí. Incluso Brian le dijo que no habría problema si faltaba a un ensayo, pero su primo parecía estar decidido a cumplir su promesa e intentar estar bien, cuidarse como le había prometido a Jesse.

Aún así, Brian estaba seguro de que los otros chicos no llegarían temprano, nunca lo hacían. Roger le había dicho que llegaría con John, lo más probable era que se encontrarían en algún lugar, en la casa de alguno de los dos o en la parada de autobús; esto definitivamente aseguraba que caminarían lentísimo antes de llegar a la tiendaa porque estarían hablando sin parar. Y Freddie... era Freddie. Así entonces, no estaba para nada apurado. Si a Daniel le costaba levantarse de la cama, alistarse e incluso comer y por lo tanto se tardaba más tiempo en hacer estas cosas que para muchos podrían parecer muy simples, Brian no decía nada.

Salieron ambos chicos de la casa de los May y tomaron el autobús para llegar hasta el lugar del ensayo. Todo el camino Brian pudo notar a Daniel un poco tenso y aunque podía responder a la charla trivial que estaban haciendo, Brian podía notar que algo le preocupaba. Pero no fue hasta que estaban por entrar a la tienda que Brian le dijo:

—No te preocupes por ser tú mismo frente a ellos. Incluso si no tienes ganas de hablar o lo que sea, ellos lo van a entender. Te lo aseguro.

Daniel le sonrió a Brian y este último se dio una pequeña palmada en la espalda mentalmente, dado que Daniel se relajó visiblemente después de que su primo le hizo esta aclaración.

Ambos entraron al sótano y para sorpresa de nadie, sólo estaban Roger y John ahí. Freddie no estaba a la vista. El rubio y el bajista se encontraban discutiendo acerca de algo pero en cuanto vieron a los dos primos entrar, ambos voltearon y se quedaron quietos, tal como si fueran dos gatos espantados. Sin embargo, a diferencia de un felino, no salieron corriendo a la vista de un desconocido, sino que de inmediato se levantaron con una sonrisa y se acercaron a las escaleras del sótano.

—Rog, John. Este es mi primo Daniel. Daniel, él es John, y... él es Roger.

Hubo un pequeño silencio cargado de sentido en la presentación de Brian que nadie omitió como accidental. Sin embargo, todos los chicos se presentaron sin expresar ningún pensamiento al respecto.

Brian observó como sus amigos abrazaban y saludaban a Daniel. Hubo un momento en el que Brian y Roger cruzaron miradas, y Bri notó en los ojos del otro una pregunta: ¿Dónde está Jesse? De la misma manera, Brian le dedicó al rubio una sonrisa triste, comunicándole que algo malo había sucedido. Roger se permitió reaccionar brevemente, en sus ojos se notaba tristeza y en ese momento Brian supo que el mismo pensamiento que él tuvo cuando se enteró de lo que había pasado con Jesse y su primo, había cruzado también por la cabeza de Roger: No sé lo que haría si me separaran de tí.

Ambos chicos volvieron sus miradas a la conversación, disimulando las tragedias que pasaban por sus cabezas en ese momento y fingiendo por el bien de Daniel, que ninguna comunicación visual había sucedido entre ellos.

Continuaron hablando entre los cuatro y aquellos pensamientos y ansiedades se disiparon para Brian, porque mientras esperaban a Freddie, Brian pudo ver a su primo olvidarse de las cosas un rato; pudo verlo sonreír y reír genuinamente ante la cómica dupla que hacían John y Roger, y cómo ambos siempre molestaban amistosamente a Brian, su timidez y sus muchos encantos. Todo esto hacía que el ambiente se sintiera seguro, cálido. Hacía que Brian amara aún más a Roger, no le cabía nada de duda de que era un rayo de sol, y no sólo por su rubio cabello, sino porque él podía alegrar a quién fuera, incluso a alguien que se sentía muerto en vida.

John, por su parte, no estaba nada tímido. La personalidad tímida del chico no tenía nada de malo, para nada, Brian también era así. Pero a veces sí le hacía sentir a Brian lástima porque otras personas no pudieran ver lo divertido que era John cuando estaba sólo con sus amigos. Sin embargo, ahora esto no era el caso. John estaba haciendo su mayor esfuerzo por hacer sentir a Daniel como en casa, por medio de su humor y la calidez que siempre tenía el castaño cuando sólo estaba con la banda. Este descubrimiento hizo que Brian apreciara a Deaky aún más de lo que ya lo hacía.

La charla de los chicos se vio interrumpida cuando Jack Dayton, el dueño de la tienda donde los chicos ensayaban, entró diciendo que tenía una llamada para Roger. Todo mundo se extrañó, no solían recibir llamadas en la tienda.

Sin embargo, se extrañaron aún más cuando al volver de responder la llamada, Roger les dijo que había sido Freddie, que había llamado para avisar que no iba a poder llegar al ensayo. Freddie podía llegar tarde, pero nunca cancelaría un ensayo sólo porque sí.

—Dijo que si podía ir a su casa... no sé, no sonaba muy bien—, les informó Roger.

El rubio miró a Brian con una disculpa en sus ojos por irse tan de repente, sobre todo cuando estaban en medio de conocer a su primo, sin embargo, Brian se apresuró a decir:

—No te preocupes, Rog. Deberías ir.

John asintió, con una mirada de preocupación también. Y eso fue lo único que Roger necesitó para despedirse de los tres, decirle de nuevo a Daniel que era un gusto conoerle, informarle a Bri que le marcaría en la noche, y por fin salir de la tienda de instrumentos rumbo a casa de Fred.

Rog sólo podía preguntarse si esto tenía que ver con el comportamiento extraño que Freddie había estado exhibiendo los últimos días.