High Hopes Slytherin's Version

Barty era definitivamente un gran partido como amigo, era divertido, inteligente, extrovertido... Regulus y él parecía que se conocían desde siempre, habían conectado rápido.

Pasaron las siguientes semanas juntos. Por otra parte, su compañero, Evan Rosier, era un chico tranquilo. Decía "Hola, buenos días, buenas noches, adiós y gracias" eso es lo que más escuchaba Regulus de la boca del rubio.

En cambio, Matthew era aburrido, se pasaba el día leyendo, y no prestaba atención a lo que pasaba en la habitación, era como un mueble más de la habitación.

Las clases le parecían bastante fáciles, menos Transfiguración. Pero era todo sentido común y pociones definitivamente era su asignatura favorita. Para Barty, las clases las podría pasar con una mano atada en la espalda y los ojos vendados, cualquier cosa que el profesor preguntaba, Barty la respondía en voz baja, inconscientemente.

Pero la parte social, ninguno de los dos la llevaba bien. Todos parecían idiotas a los ojos de Regulus y Barty, realmente no se habían relacionado con nadie más que no fuera Evan.

Menos una chica, una niña de su edad y de su casa, se llamaba Dorcas, Dorcas Meadowes. Era una chica de piel morena, la chica de trenzas africanas que le fascinaron a Regulus, una chica alegre que se acercaba a hablarles.

Realmente era agradable, pero Regulus no había tenido nunca contacto con una chica de su edad, lo más cerca de una chica de su edad había sido Bellatrix, su prima, y se llevaban unos cuantos años.

-¿Qué haréis hoy? -Preguntó Dorcas, siempre sonriendo, mientras los tres andaban hacia DCAO.

-¿Qué quieres que hagamos? Ir a clase, como siempre, chica. -Rodó los ojos Barty, y Regulus le dio un golpe, porque le había parecido de mala educación.

-¿Por qué lo preguntas? -Preguntó Regulus.

-Hay partido hoy por la tarde, un partido amistoso, Hufflepuff contra Gryffindor. ¿Venís conmigo? -Preguntó Dorcas. -Por lo menos tu Regulus, porque Barty es tremendo amargado.

-¿¡Amargado?! ¡Yo no soy amargado! -Se quejó Barty.

Dorcas lo miró de arriba abajo, y luego se fue, acelerando el paso.

-¿Qué ha significado eso? -Se indignó Barty.

-Creo que le pareces aburrido. -Respondió Regulus encogiéndose de brazos.

-¿Aburrido? ¿Me va a llamar aburrida esa? -Frunció el ceño Barty. -Vamos al partido.

Regulus río, qué susceptible.

Claro que le había dolido, porque Barty fue al partido con Regulus y Dorcas, repitiendo que él no era amargado ni aburrido.

Se sentaron en las gradas, en medio, porque no iban con ninguno de los dos equipos. Y Evan, por casualidad, también estaba ahí.

-Rosier! -Llamó Barty.

Evan se giró, con esa expresión de pocos amigos que llevaba siempre, pero luego sonrió y relajó la cara al ver que era Barty quien lo llamaba para que fuera con ellos.

-Hola chicos. -Saludó educadamente, sentándose al lado de Dorcas, donde había un sitio libre.

-Dorcas Meadowes, un placer. -Se presentó la chica.

-Evan Rosier. -Sonrió Evan.

-¿Te gusta mucho el Quidditch, Evan? -Preguntó Dorcas.

-Sí, el año que viene haré las pruebas para cazador. -Asintió Evan, emocionado.

-¡Yo también! Me muero por jugar, soy muy fan del Quidditch desde muy pequeña. -Asintió Dorcas, igual de emocionada.

Barty rodó los ojos. -Son de esos obsesionados con el deporte, Merlín. -Se quejó.