?????????? || Han Lue

Abu Dabi, Dubái
Un año ocho meses después

Lena había tomado el consejo de Roman hace un año, había regresado a Dubái como su parada inicial, y en la cual encontró una razón para mantenerse un largo tiempo en ese lugar.

Habían pasado meses desde la última vez que se vio con sus hermanos, había visitado a Mia unas dos veces para ver al pequeño Jack y a Brian, a veces se veía con Dom, pero no era muy a menudo, habían pasado casi dos años desde que no veía a algunas personas que conoció en su misión en Río, y desde que vio a ese carismático asiático por última vez. Después de su ida, esta había cortado comunicación con la mayoría, excepto con Dom, Mia y, por alguna razón, Roman, el cual la visitaba de vez en cuando debido a sus tantos viajes con todas sus mujeres en su propio jet privado.

La vida en Dubái, iba a ser sincera, había sido muy fácil, todo lo que alguna vez quiso, lo tenía en ese lugar, casi todo, viajaba periodicamente, tenía un que otra propiedad en el país, y en otros, había abierto un taller de autos de lujo en el centro de Dubái, todo estaba yendo bien.

Demasiado bien.

Fue por eso que no se extrañó cuando una llamada entró a su celular a mitad de la noche, suspirando con pesadez, esta tocó la mesa de noche que tenía al lado de la gran cama en la, muy bien, decorada y enorme habitación en la que se encontraba.

Decidiendo no encender la luz para no hacer mucho escándalo, esta se levantó de la cama cuando vio el identificador, aceptando la llamada, esta salió al balcón, cerrando la puerta detrás de ella. — ¿Dom?

— Lena, ¿cómo estás?

— Dom, pues... Como se puede llevar una vida en Dubái. — La chica rio un poco bajo, recargándose en el balcón del lugar. — ¿Qué sucede, Dom? Sé que no llamarías a no ser que fuera algo importante. — Lena dijo, mirando hacia atrás, cerrando la puerta de cristal que separaba la habitación de la fría noche de Abu Dabi.

— Es Letty. — Eso hizo a Lena detenerse en sus pasos, mirando con extrañeza el suelo bajo sus pies.

— ¿Letty?

— Está viva, Lena... Y quiero que me ayudes a encontrarla.

Lena escuchó la voz de su hermano, esa voz gruesa tenía ese sentimiento de preocupación muy en el fondo de esta, la chica parpadeó, viendo el horizonte, notando el mar tranquilo que era iluminado por la luna, bajando su mirada para ver los dos autos, totalmente lujosos, parqueados en la entrada de la propiedad, su vida había sido tan tranquila últimamente, tan perfecta, todo era como un cuento de hadas.

Sin embargo, Lena no se consideraba una princesa. Además, Lena consideraba a Letty como su familia, y ella no dejaba a nadie atrás. — Te veré ahí mañana mismo. — Esta contestó, colgando la llamada después de despedirse de su hermano, bajando su celular, la chica parpadeó, pasando su mirada hacia la habitación, posando su mirada en un punto fijo antes de tragar, decidiendo regresar a la cama.

Tenía un vuelo que tomar mañana temprano.

***

Las manos de Lena dejaron de acomodar su collar dentro de su camisa una vez las puertas del ascensor se abrieron, había llegado al lugar acordado en poco, tener un jet privado a tu disposición todo el tiempo tenía sus ventajas.

Dando pasos seguros dentro de la sala, esta sonrio al ver la espalda de Roman y Tej, quienes, al parecer, iban llegando al lugar también. — Vaya, parece que esta vez sí tuvimos presupuesto. — La voz de Lena llamó la atención de todos, haciendo que las miradas se pusieran en ella.

— ¡Princesa! Pero mírate, te ves mejor que la última vez que te visité, ¿hace un mes? No lo sé... — Lena se rio, aceptando el abrazo de Roman — Parece que la vida te está tratando bien ¿no?