抖阴社区

· T r e i n t a & D o s ·

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—Buenos días, pajarito.

Lisa amplió la sonrisa y me acercó más a su lado. Sabía que debía estar más preocupada por el hecho de que llegaría tarde a clase. Muy, muy tarde, en realidad.

O también porque si alguien nos descubría escondidas dentro de los servicios, probablemente nos meteríamos en muchos problemas, en especial si se trataba de un profesor.

Sin embargo, sentada sobre la encimera del servicio, todo en lo que podía pensar era en cómo su cuerpo se amoldaba perfectamente dentro de mis piernas. En sus manos a ambos lados de mis piernas. O en que su aliento me había hecho cosquillas en la mejilla cuando se inclinó para susurrar aquel buenos días en mi oído.

Lisa me había tomado de la mano minutos antes, mientras caminaba apurada a la primera clase, y me había metido dentro del servicio sin que nadie nos viera.

Ahora estábamos allí, en aquella situación tan comprometida, con mi pulso acelerado y el calor comenzando a amontonarse en mi zona íntima, y todo lo que pude responder fue:

—¿De nuevo pajarito? Pensé que lo había dejado bastante claro ayer.

—Uhm, no recuerdo de qué hablas —murmuró, y guió sus labios de mi oreja hacia mi mejilla—. Quizás debas ayudarme a hacer memoria.

Resistí una gran tentación cuando los acercó a mi boca.

Sé que era una tontería intentar ganar aquella pelea, pero...

—Me llamo Jennie. Je-nnie.

La sonrisa creció y su nariz rozó la mía, como si estuviera tentándome.

Como si supiese lo mucho que me estaba constando resistirme.

Sus manos rodearon mis muslos, acercándome más a ella y haciendo que tuviera que contener el aliento. Entonces replicó:

—Pa. Ja. Ri. To.

Abrí la boca para protestar, pero ella aprovechó el momento para romper la distancia y besarme. Me pilló con las barreras bajas (fue solo por eso), y no tardé en devolvérselo.

Más bien en devorarla, en realidad. Para qué mentir.

Mis labios se movieron ávidos sobre los suyos, necesitados, y profundicé el beso mientras envolvía las piernas alrededor de su cintura y las manos en su cuello.

No sé cuánto tiempo estuve besándola, pero el fuego dentro de mí se avivó. Cuando Lisa soltó una suave gemido y sus manos se movieron por mis piernas, fue que reaccioné.

Solté su cuello y coloqué las palmas en sus hombros antes de empujar para alejarla. Lo cierto es que no opuso mucha resistencia y no sabría decir si en aquel momento eso me gustó o no.

—Espera. No puedes besarme cuando estamos discutiendo.

Su mirada estaba oscurecida y tenía el pelo revuelto. Sin querer había enganchado mis dedos allí durante el arranque de pasión.

Ups.

Y qué sexy.

—¿Estábamos discutiendo?

Parecía agitada, pero volvía a tener su sonrisa.

—El punto es que no puedes besarme.

—¿Por qué?

"Porque Jennie es tonta, tú bésala".

—No —insistí—. No más hasta que me llames por mi nombre.

—Mira que eres cabezota, pajarito...

Y acto seguido sentí cómo mi cuerpo volaba. Lisa me había levantado en el aire y como si no le costase nada de trabajo, me había subido sobre su hombro. Me lo estaba clavando en el estómago.

Un Imperfecto Final | Jenlisa G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora