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Ella estaba enojada, ¿para que negarlo?

Sus compañeros de trabajo la habían hecho quedar como una estúpida en frente de toda la clase, enfrente de su maestra de Historia y en frente de su hermano mayor, quien había ido a ver la exposición de la que ella tanto había presumido.

Todo era un asco.

Jake no tuvo tiempo para consolarla, así que ella se fue al lugar que consideraba su "refugio".

Un cuarto de escobas.

Bueno, no era un cuarto de escobas cómo tal, solo era un salón que estaba abandonado y era ignorado por todos en el instituto, a excepción de ella, que solía sentarse allí a merendar por su falta de amigos y ahora, se sentaría allí pero para llorar.

Llorar todo lo que quiera sin que nadie pueda juzgarla o burlarse, justo como se habían burlado de lo patética que había sido su exposición.

Apenas la maestra les había dado permiso a todos de abandonar el salón, ella salió de ahí casi corriendo, necesitaba llegar pronto a su refugio si no quería que todos le vieran llorar.

Sin darse cuenta de por dónde iba, gracias a sus ojos llorosos y mente nublada, terminó chocando con alguien y lo próximo que supo es que estaba prácticamente bañada en una batida de blueberries. Todo el ambiente se tensó al instante.

Ella solo pudo pensar en que no era muy fan de las blueberries. Pues aún no se había dado cuenta de con quien había chocado.

Apenas abrió los ojos, su rostro se deformó en una mueca que solo reflejaba miedo y sus ganas de llorar.

Había hecho que Park SungHoon derramará sus preciada bebida.

La última persona que hizo eso, terminó con una nariz rota y la muñeca torcida gracias a Yang Jungwon.

—¡Lo siento mucho, lo siento mucho, te aseguro que no fue mi intención! —un apresurado y nervioso SungHoon se apresuró a defenderse, quitándose el chaleco escolar mientras lo hacía.

Todo el mundo miraba la escena atónitos, incluyéndola a ella también.

¿Acaso el gran y magnífico Park SungHoon se estaba disculpando con alguien?

—P-permiso. —murmuró la femenina, sintiéndose cada vez peor. Ahora no solo se sentía humillada frente a su salón, ahora se sentía humillada frente a todos en la escuela. Solo quería correr y esconderse hasta que Jake llegará para tratar de calmarla.

Estaba pegajosa, sus mejillas estaban azules gracias a que parte del contenido de la batida cayó en su rostro y su uniforme estaba arruinado.

La camisa antes blanca ahora tenía partes azules, su chaleco antes cálido y seco ahora estaba húmedo y frío.

Todo gracias a Park SungHoon.

—Espera, ven, te daré mi chaleco y te acompañaré a buscar un uniforme de repuesto, en la sala del consejo tenemos varios, quizás esté tú talla.

—No es ne- —trató de decir, pues no quería verse muy liada con ese chico. Jake lo odiaba, y si a Jake no le caía bien, ella no tenía razones para siquiera respirar el mismo aire que él. Pero SungHoon no la dejó terminar.

SungHoon la tomó del brazo, arrastrándola por pasillos.

Él se sentía un idiota.

Estaba enamorado de ella desde hace más de un año y en la primera interacción que tenían, él la había cagado, pues su batida se había derramado sobre el lindo cuerpo de la femenina.

Sentía que debía enmendar su error en cuanto antes.

Ella permanecía inmóvil sobre la silla giratoria que SungHoon solía ocupar cada vez que hacía reuniones con los del consejo escolar.

La silla estaba reservada solo por y para Park SungHoon, pero ahora la femenina estaba sentada en ella, mojándola un poco... SungHoon no le había gritado o le había tratado mal, no había tenido la típica reacción que ella y todo el mundo se esperaba, al contrario, estaba de lo más nervioso y casi temblando mientras se esforzaba en buscar algún uniforme que le sirviera a la menor.

—Te dije que no es necesario... Puedo quedarme con el uniforme así y cambiarme cuando llegue a casa. —dijo ella, sonando más como una orden que como una sugerencia.

SungHoon negó con la cabeza en respuesta.

—Por supuesto que no, todo esto es mi culpa, yo arruine tu uniforme así que yo tengo que conseguirte uno seco. No quiero que tu día siga siendo una basura. —murmuró de manera inconsciente.

Ella arrugó el ceño, ¿a que se refería?

—¿De que hablas?

—Supe lo de tu exposición fallida. —dijo, ahora acercándose a ella con una camisa, chaleco y falda secas.—, Tengo un primo en tu salón, TaeSan me comentó todo lo qué pasó... No lo quieres demostrar, pero sé que eso te afecta y lo de tu uniforme te tiene un poco sensible.

Ella lo miró de manera expectante, con esos brillantes ojos de ciervo más abiertos que nunca.

Nota mental, no hacer nada cuestionable en frente de TaeSan. Ni siquiera respiraría demasiado fuerte.

—G-Gracias, supongo.

—No tienes que agradecer. —murmuró SungHoon, colocando una de sus manos en la mejilla regordeta de la menor, dejando una leve caricia que fue capaz de sonrojarla.—, Ayudarte es lo mínimo que puedo hacer para que te sientas mejor.

Y esas fueron las última palabras coherentes que la menor escuchó durante una hora.

Lo próximo que supo, es que estaba sentada sobre el regazo de SungHoon, saltando sobre su polla y gimiendo su nombre de manera silenciosa.

Ese fue el primero de muchos encuentros.

La primera de las muchas veces que había decepcionado a Jake.

Yo tenía una idea totalmente diferente para este primer cap ( no recuerdo mucho de los capítulos originales, perdón TT ) pero cuando empecé a escribir terminé cambiando absolutamente y puedo decir que disfruto del resultado final, ojalá que a todos les guste 🤗

Déjenme saber su opinión porfis, luego edito las faltas de ortografía <3

Psdt ; jungwon y jay no aparecieron hoy, pero son SÚPER relevantes para toda la trama, igual que Jake y en parte TaeSan