En una ciudad llena de recuerdos donde peque?as acciones las llevaron hasta ese momento. Amores y corazones rotos, el punto más alto de la felicidad y la más profunda de las tristezas.
Algo que nunca olvidarán.
-No he logrado dormir bien... Pregun...
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1:03 AM
—Miyeon, las chicas quieren salir a caminar, ¿Vamos? Shuhua dijo que iríamos al parque y que recorreremos las calles, hay mucha gente y decoraciones lindas, será divertido. — salí del trance una vez Yuqi se acercó a mí, invitándome a salir de aquel club lleno de gente. No sé cuánto tiempo estuve viendo a Minnie, pero se sentía como si hubieran sido horas.
Debía agradecerle a Shuhua por tales ideas, puesto que, de otro modo, estaría aún aquí con mi bebida en la mano, observando como aquella pelinegra seguía divirtiéndose mientras yo solo estaba allí sentada, observando todo aquel lamentable espectáculo sin poder hacer nada.
—Bien, vamos. — me levanté de mi asiento tomando a la china por el hombro, el alcohol comenzaba a hacer efecto en mi cuerpo y no quería hacer el ridículo cayéndome en un momento como este.
Yuqi se abrió paso entre el gentío y sacó a Minnie de las garras de aquella mujer que, en este punto, no soportaba verla. También llegó Shuhua junto a Soojin y como siempre, Soyeon iba junto a la china en todo momento.
Salimos por fin del club, respirando del aire fresco de la madrugada mientras el frío de la brisa congelada golpeaba contra nuestro cuerpo.
—¡Oigan! Tengo un globo de los deseos. ¿Qué les parece si vamos al parque a lanzarlo? — gritó Shuhua una vez salimos del lugar.
—No se me habría ocurrido, pero me gusta la idea. — acompañó Soojin, una vez éramos capaces de escucharnos sin tener que gritar.
—Necesitamos un espacio abierto. — continuó la taiwanesa, todas aceptamos la propuesta y comenzamos a caminar a través de las concurridas calles.
Minnie me seguía mientras caminábamos juntas. Al menos ahora, sentía que podía respirar mejor sin tener que ver aquel espectáculo de la tailandesa con aquella chica. Y es que no comprendía aún las razones de mis sentimientos, probablemente sea el alcohol haciendo de las suyas en mí, aunque si era sincera, me sentía más lúcida que en otras ocasiones.
Mientras caminábamos, el cielo oscuro y las luces de la ciudad nos iluminaban el camino. Andar por la ciudad en estas épocas y a estas horas era todo un espectáculo; la cantidad de gente que se paseaba y compartía en la calle en estas fechas era bastante y todos se abrigaban del constante frío que nos arrasaba, no es que fuera distinto del resto del año, pero si resultaba significativamente más heladas estas fechas al igual que el aumento del bullicio y la felicidad acompañada de la despreocupación que terminaban trasmitiendo los desconocidos.
—Miyeon, ¿No tienes frío? — escuché la voz de Minnie con aquella pregunta. No lo había notado hasta ahora, pero sí, su pregunta me hizo consciente de la gélida sensación y mi piel erizada; no había llevado una chaqueta o algo que me cubriera en las partes descubiertas de mi cuerpo y luego de haberme hecho consciente de ello, no podía evitar sentir el frío abrazarme hasta casi hacerme tiritar.