-Rubiuh's fanfic | TERMINADA (en corrección)
Dónde Rubius termina con su corazón roto y necesita un nuevo aire para sanar, conoce a Jeny quién lo sana, pero rompe el suyo.
L.E 2022
ACLARACIONES:
-no es mi primera historia, aún así puedo tener fallas...
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•••
En cuanto cruzamos esa puerta, todo cambió.
Rubén me tomó por la mejilla y me besó. Estaba lo suficientemente borracha para no detenerlo, finalmente después de tantos pensamientos, estaba pasando.
Sentí sus manos bajar a mi cintura, donde entre caricias rodeó mi cuerpo. Siguió besándome, tan... necesitado.
Rodee su cuello con una de mis manos y con la otra acaricié el cabello de su nuca, dando ligeros tirones.
Se separó de mí.
Y bajó a besar mi cuello.
Solté suaves suspiros. Realmente quería esto, hace mucho tiempo.
Tiré de su cabello y nuevamente uní nuestros labios. Era lo que necesitaba. Una de sus manos bajó a mi pierna, donde apretaba mi muslo y contorneaba el límite de mi vestido. Se separó de mí, otra vez.
—Quiero quitarte esto— me miró a los ojos.
—Puedes quitármelo.
Con lentitud empezó a levantar mi vestido hasta sacarlo por encima de mi cabeza y lo tiró a algún lugar del cuarto de hotel. Sus ojos seguían fijos en mí.
No pude más.
Un poco desesperada, lo besé. E intenté quitar la chaqueta que aún tenía. La lancé lejos y deslicé su corbata. No pude quitársela antes de desabotonar su camisa negra. Esa camisa que le quedaba tan bien.
Todo lo contrario a mi, Rubén me acariciaba con calma. Disfrutando el momento. Mientras devoraba mi boca, mordía mi labio, introducía su lengua.
Llevó, finalmente las manos a mi trasero, donde me levantó. Me aferré a su torso, casi, sintiendo directamente su entrepierna contra la mía.
Sus labios descendieron por mi cuello hasta mis pechos. Besó y lamió sobre el brasier.
—Vamos a la cama, bebé— murmuró, aún besándome.
Caminó a paso lento sin despegar su boca de mi pecho, y me posó en la cama. Siguió acariciando y besando.
Con lentitud se separó de mí y se empezó a quitar la corbata, la camisa, el cinturón...
Con sus ojos fijos en los mios, desabroché mi brasier y lo lancé dejando mis pechos al alcance de sus ansiosos ojos.
En el momento que intenté bajar mi braga, me detuvo. Dejó caer su pantalón, quedando sólo en boxer y murmuró:
—Esto te lo quitaré yo.
Volvió a besarme, tan lento, tan necesitado. Gemí en su boca el sentir como atrapó uno de mis pechos con su mano, apretando y pellizcando.
Y cuando, sentí su mano descender a mi entrepierna...
Golpearon la puerta.
Un Rubén un poco irritado, tomó su camisa y subió su pantalón antes de abrir la puerta.
Me quedé mirando al techo escuchando los murmullos.
Estaba muy exitada.
Volvió a la cama y me miró a los ojos con preocupación.
