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Todos corrían rápidamente hacia la mansión Ubuyashiki, un cuervo kasugai avisaba alarmado sobre el desastre que estaba por suceder en el lugar y Sanemi ya se hacía una idea de lo que sucedía por lo ocurrido anteriormente.

La mayoría de pilares llegaron al mismo tiempo a una distancia prudente pero cuando intentaron acercarse repentinamente la residencia explotó dejando escombros los cuales ardían en llamas. Nadie sabía que hacer y tampoco lograban salir del shock a excepción de Gyomei quien fue el primero en correr hacia el demonio que ardía en llamas y con sus armas le destrozó la cabeza en menos de cinco segundos.

─ ¡Este tipo es Muzan Kibutsuji! ¡No morirá aunque le cortan la cabeza por más que lo intenten! ─Habló rápidamente el pilar de la roca sin detener sus ataques, para todos los cazadores que estaban allí era difícil asimilar la información repetina pero ninguno dudo un segundo en empezar a pelear, el odio inconmensurable que le tenían a aquel hombre era inimaginable.

─ ¡Muzan! ─Gritó Tanjiro sumido en ira. Todos estaban listos para usar sus reparaciones hasta que de un momento a otro el suelo desapareció provocando que empezarán a caer.

Fueron separados en pequeños grupos por todo el dominio el cual tenía un extraño parentesco a una casa tradicional que a simple vista no parecía tener salida y además habían ciertas habitaciones volteadas o de cabeza dándole un toque abstracto. Rápidamente tuvieron que defenderse como pudieran ya que aquella fortaleza estaba invadida por demonios de todo tipo, tanto débiles como fuertes, y esto les traería problemas si querían llegar pronto a Muzan.

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Giyuu aún no podía creerlo, le costaba asimilarlo, Shinobu... Ella murió contra la luna superior dos y él... Él ni siquiera fue capaz de despedirse, se sentía angustiado pero no podía llorar, no en esta situación cuando debía preocuparse de su propio pellejo, pero aún así le fue imposible aguantar las lágrimas, la chica que fue su amiga a pesar de su actitud fría y cortante, la que lo apoyo en su enamoramiento a pesar de no ser éticamente correcto, la chica que lo ayudó cada vez que lo necesitaba, había muerto devorada por un bastardo, su rabia y tristeza eran incontrolables y aún así no frenó, se prometió así mismo ganar y derrotar a Kibutsuji para que el sacrificio de su amiga no fuera en vano.

Inesperadamente el techo sobre él y Tanjiro quien estaba a su lado de derrumbó dejando ver a la luna superior tres quien no tardó en lanzar un golpe hacia el pelirrojo aunque con mucha agilidad logró esquivarlo usando su respiración. Así empezó una dura batalla dónde a pesar de que el pelinegro logró despertar su marca y el menor accedió al mundo transparente, tras cortar la cabeza del demonio, éste aún así se rehusaba a desaparecer y lentamente se regeneraba. Las heridas que tenían ambos cazadores eran graves y Tanjiro ya hacía inconsciente estrellado contra una pared.

─ Mierda ─Soltó Giyuu quien por pura suerte era capaz de mantenerse de pie. Había recibido varios cortes profundos gracias a la técnica de Akaza y sabía que en cualquier momento caería pero aún así no pensaba detenerse, no estando tan cerca de ganar.