Aunque transmigré como un poderoso Dragón Alfa, me convertí en Omega

Capítulo 61: Dragón Maligno

El baúl en llamas cayó con estrépito.

La maestra tenía razón en que la cola era realmente la parte que podía sentir más dolor por el dragón.

El dolor que surgió hizo que Ming Huan saltara inconscientemente.

El Cónsul Imperial parecía estar preparado cuando le quitaron el mismo anillo de metal. El anillo de metal se colocó sobre Ming Huan, que tenía la mitad del tamaño del prototipo, y voló directamente hacia sus cuernos.

"Los cuernos son la parte del dragón que está más estrechamente relacionada con su energía mental".

"Una vez que los cuernos se rompan, la energía mental se verá muy afectada y el dragón colapsará rápidamente".

Inmediatamente le vino a la mente lo que se había enseñado en el curso omega, lo que le permitió a Ming Huan determinar rápidamente el peligro del objeto.

Hoth intencionalmente encontró que el dragón comenzaba a esquivar en ese momento mientras parecía descubrir cuánto daño esto podría causarle a un dragón.

La cola de Ming Huan derribó uno de los anillos de metal, mientras que el otro rozó por poco sus cuernos.

Tras el impacto, su energía mental inmediatamente fluctuó anormalmente.

Mientras equilibraba su energía mental y esperaba que sus cuernos desaparecieran, sentía que su cabeza se movía constantemente con hojas de acero y no podía retraerla sin la ayuda de Yu Hanzhou.

"Parece que has estudiado dragones durante algún tiempo e incluso sabes cómo causar daño".

Hoth sabía que no le quedaba mucho tiempo, y su tiempo tal vez terminaría pronto cuando llegara el ejército de la Federación. Tenía que capturar al dragón inmediatamente. La energía mental se había descontrolado hasta este punto. Hoth no podía entender cómo este dragón podía ser tan leal a Yu Hanzhou. '¿ Cuál era el punto de ser tan testarudo? ¿Qué estaba esperando?

El dragón disminuyó la velocidad bajo la persecución, pero aun así no se olvidó de barrer un viento huracanado con sus alas. Los restos afilados seguían cortando la piel del cónsul.

Después de ver una oportunidad, la cola del dragón se extendió para atrapar accidentalmente al cónsul por el tobillo, provocando que cayera con fuerza entre los escombros.

Los escombros le cortaron el brazo y goteó sangre.

El cónsul quedó cubierto de escombros.

Un poco de ira surgió de las pupilas de color verde oscuro y se limpió la sangre de las manos. El rostro del cónsul palideció un poco al darse cuenta de que su energía mental estaba al borde del colapso.

El fondo de sus ojos gradualmente se volvió hostil y su tono ya no era tan tranquilo como lo era ahora: "Si no te portas bien, definitivamente te arrepentirás. Después llorarás y me rogarás, pero no funcionará".

Incapaz de preocuparse por las consecuencias, los ojos de Hoth se entrecerraron levemente mientras extendía su mano, liberando dos anillos de metal más. Esta vez, estaba preparado para aplastar directamente uno de los cuernos del dragón con estos dispositivos metálicos.

Persiguiendo al dragón, ya exhausto, Hoth observó como uno de los cuernos estaba a punto de quedar atrapado por uno de los anillos de metal. De repente, algo se enroscó rápidamente alrededor de su abdomen, empujándolo hacia el cielo. El anillo de metal falló su objetivo y no atrapó nada.

El dispositivo de protección se expandió hasta cubrir varias docenas de kilómetros, y el cielo nublado parecía agitarse con algo escondido en su interior. Los pasillos circundantes gradualmente colapsaron y se hicieron añicos, todo se desmoronó.