抖阴社区

Capítulo 14

8.7K 371 6
                                    

*Narra Grayson Everhart*

El sonido del agua de la ducha cayendo dejó de sonar mientras ajustaba la corbata de mi traje. Jennifer salió del baño minutos más tarde, con un vestido claro y unos tacones no muy altos mientras se dirigía al espejo del cuarto para terminar de retocar su pelo. Sonreí al ver la figura que le daba a su culo el vestido. Me acerqué por detrás y rodeé su cintura, hundiendo mi cabeza en su cuello, y mordiéndolo ligeramente. Sabía que le encantaba.

—Grayson—Susurró—Ya lo hemos hablado, vamos a llegar tarde, otra vez—Susurró mientras seguía besándole el cuello.

—Soy el jefe Redmond—Gruñí contra su piel—Me da igual llegar tarde—Espeté. Me separé lentamente de ella, mirando la figura que le hacía el vestido. Llevé mi mano a su culo y le di una nalgada, ella pegó un mini salto de sorpresa.

—Pero yo no—Contestó—Y no quiero que la gente hable más de lo que lo hace—Espetó

—Eres la chica del jefe Redomond—Le contesté—Que hablen lo que quieran, que los pongo de patitas en la calle

Jennifer se giró, colocándose en frente mío. Sonreí al repasarla con la mirada, ese vestido le quedaba espectacular. Sus pechos se abultaban en la parte superior del vestido, dejando entrever la sombra de sus pezones. Sonreí pensando en todo lo que le haría si me dejara antes de ir a trabajar.

—¿Estoy bien?—Pregunto acercándose a mi.

—Estás espectacular—Le espeté cogiendo sus caderas entre mi mano y apretándola contra mi. Ella se abrazó a mi y hundió su cabeza en mi pecho.

No solía ser cariñoso. No solía dar abrazos, ni solía babear por una tía. Pero ella era especial, no sabría ni como empezar a describir lo que tenemos o lo que siento cuando estoy con ella. Pero si algo puedo afirmar, es que estaba cagado por la idea de sentir algo por alguien. Jennifer había llegado de la nada y me había prendado desde el primer día y eso me acojonaba. Yo no busco a las tías, las tías me buscan a mi y solo las usaba para una noche, alguna más si me gustaba demasiado como la chupaba. Pero todo este rollo de vivir juntos, de abrazos, besos fugaces, cenar juntos, dormir juntos, todo este rollo no era lo mío. Pero al estar con ella me sentía tan bien, que no podía evitarlo. No podía evitar sentir mi corazón lleno, vivo de nuevo cuando ella sonreía o cuando ella me miraba con esos ojos verdes.

Le había abierto las puertas de mi corazón a alguien de nuevo y eso era nuevo para mi. Durante años, las mujeres solo eran eso, mujeres. Pero Redmond era mi mujer, era tal y como yo podía crear a mi mujer perfecta y no podía permitir desperdiciar la oportunidad que tenía.

La apreté contra mi pecho, antes de que se separara. A pesar de llevar tacones, es bastante más baja que yo.

—Deberíamos irnos—Susurró antes de depositar un fugaz beso en mis labios e ir a por su bolso.

Ese vestido estaba siendo una tortura.

Al llegar a la oficina, Jennifer no me dio mucho juego, cogió sus cosas y se fue a su despacho a hacer lo que tuviera que hacer. Yo también me fui a mi oficina a terminar de preparar la reunión de hoy. Tenerla tan cerca y a la vez tan lejos, estaba siendo extremadamente difícil y eso no me gustaba en lo absoluto. Unos toques en la puerta, hicieron que levantara la vista del ordenador. La sonrisa de un hombre que conocía extremadamente bien me saludó.

—Pero si tengo el placer de estar frente al gran Grayson Everhart—Dijo la voz de mi amigo.

—Que tonto has sido siempre Julen—Le dije riendo—¿Cómo estás?—Julen Wester era un antiguo compañero de facultad y de vez en cuando por motivos de negocios, nos tocaba reunirnos. Hoy era uno de esos días. Su sonrisa se amplío.

Sometida a ti (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora