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III. Café dulce

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Las puertas del estudio se abrieron a la par que él caminaba con prisa por la estancia; todo mundo se detenía un poco para saludarlo y dedicarle una sonrisa que correspondía de la misma manera.

—Buenos días, Charles —lo alcanzó su asistente casi corriendo, llevando una tablet en manos, aquel chico alto y de tierna sonrisa le extendió un termo de café—. Llegaron los modelos para la sesión del catálogo nuevo. Están preparándolos y el fotógrafo está con ellos, ¿quieres verlos?

—Buen día, Oliver —le sonrió y agradeció con un gentil gesto por el café—. Me gustaría. Dame solo un momento, iré a hacer una llamada a mi oficina. Búscame en diez minutos, ¿te parece?

—Hecho. Te veo en diez.

Cuando llegó a la enorme oficina que daba la asombrosa vista de Montecarlo, bebió un poco del café e hizo un gesto raro.

—Le faltó azúcar —murmuró para sí mismo, dejando sus cosas sobre el escritorio y tomando su celular para marcar un número en específico—.

Mientras esperaba, recordó con una sonrisa lo que había sucedido la noche anterior en aquella fiesta; resultó que Max y Sergio eran una pareja increíble, que lo incluyeron de una manera muy linda y amable a su pequeño círculo. El simpático mexicano hablaba hasta por los codos, haciendo un contraste sobre lo que era el neerlandés, amable sí, pero un poco más reservado y serio, bromeando mucho menos de lo que Sergio hacía. Y luego estaba el otro chico, Carlos. Sonriente, bromista, tanto como el mismo Sergio; en determinado momento de la noche en medio de su plática, Charles recordó como le ofreció un cigarro.

"¿Gustas?" —preguntó mientras sostenía el suyo entre los labios para encenderlo—.

"Casi no fumo. A mi esposo no le gusta."

Y eso fue suficiente para que el español le entregara el mismo cigarro que previamente había tenido en sus labios.

Insolente.

Volvió de sus propios recuerdos cuando la voz del otro lado del teléfono lo atendió. No tardó más de cinco minutos en ello, y justo cuando terminó, Oliver abrió la puerta y le sonrió.

—Listo, Charles. ¿Vamos? Russell está con los modelos, impaciente por cierto. Ya dijo que quiere encabezar la sesión.

—Siempre Russell —carcajeó saliendo de la oficina con su termo y teléfono en mano, siguiendo al joven británico—. ¿Cuántos modelos son?

—Cinco hombres para la colección de verano.

—Uh, nos hará falta uno.

—¿Uno? Creí que eran solo cinco como lo habías pedido... Charles, discúlpame...

—No, tranquilo. Sí te dije que serían cinco, la ocurrencia fue mía. Perdón —carcajeó—.

Entre risitas burlescas, ambos chicos llegaron a la sala del estudio fotográfico. La música, las voces, las luces, el absoluto olor de prendas nuevas llenaron los sentidos del monegasco, que sonrió con emoción.

—Buenos días a todos —saludó acercándose al fotógrafo para notar los resultados de los primeros dos modelos que estaban trabajando—.

Un joven bajito, de rizados cabellos y aperlada piel posaba junto a George Russell, el rostro del modelaje más sofisticado de toda Europa; ambos desprendían un aura de completa profesionalidad y seriedad que le erizaba la piel.

—Trata de enfocar su rostro lo más posible, capturar las expresiones de sus rostros, ¿sí?

El fotógrafo asintió con una sonrisita y comenzó a darles indicaciones a ambos modelos.

—¿Quién es el otro chico? —preguntó Leclerc mientras se ponía sus anteojos—.

—Su nombre es Lando Norris, es británico, 25 años. Tiene un año modelando para pequeñas marcas. El asesor Zhou decidió elegirlo para ésta sesión porque ha tenido mucha notoriedad en las últimas semanas. ¿Qué te parece?

—Se desenvuelve muy bien. Quizá lo consideremos para la pasarela de Barcelona.

—Deja que veas a los demás, vas a amarlos y te vas a querer quedar con todos.

Tan solo un par de minutos después, otros tres chicos hicieron su aparición en la sala, vestidos con diferentes outfits de la colección nueva que, cuando Charles vió, sonrió con orgullo de ver sus creaciones. Nunca dejaba de maravillarse con su trabajo.

—¡Pausemos un momento, muchachos! —gritó el fotógrafo—. Ya vuelvo —señaló su teléfono y se retiró unos metros de ahí—.

Ese momento fue aprovechado para que los cinco modelos se reunieran y comenzaran a hacer bromitas, luego, giraron a ver a Leclerc con una sonrisa.

—Hola —saludó y se acercó a ellos junto a Oliver—. ¿Cómo están? Buenos días.

—Buenos días, Charles —saludó George—. Te presento a los chicos, él es Lando —señaló, y Charles saludó—, él es Kimi, Franco y Carlos.

—Mucho gusto —saludó con una sonrisa, pero luego se detuvo abruptamente—.

¡Carlos!

Enfocó su vista y se encontró con la sonrisa de aquel tipo, del insolente de la fiesta, del tipo de la tarjeta en la tienda... Carajo. Ese tipo, otra vez.

—Qué pequeño es el mundo, ¿verdad, señor Leclerc? —le sonrió—.

—Pequeñísimo, señor —y lo saludó de mano al igual que los otros—.

—¿Ya se conocían? —preguntó Russell con una sonrisa—. ¡De veras que sí, qué pequeño es el mundo!

—Oye, Charles —habló Bearman bajito, casi solo para el monegasco—. Lo del otro modelo que dijiste que necesitabas, Zhou no contempló y no hay quién ocupe el puesto de forma inmediata. ¿Por qué no te unes tú con los muchachos?

—¿Yo?

—¡Sí, Charles! —se unió George—. Ve a ponerte el mejor atuendo de todos y únete con nosotros mientras el guapo fotógrafo termina nuestra sesión.

—Voy a pensarlo, chicos. No me presionen —soltó una risita y luego bebió nuevamente de su café—.

Su mirada otra vez volvió a cruzarse con la de Carlos, quien le sonrió, incluso inclinó su cabeza un poco como una señal de saludo o respeto; y aquel café, que había estado un poco fuerte y sin azúcar, repentiamente supo dulce, perfecto, como le gustaba.

Café dulce como el café los profundos ojos de Carlos Sainz que no se alejaban de él.

—Bueno, voy a unirme. Voy a prepararme, continúen, por favor.

Y bajo la atención de esos cinco chicos y la de Oliver, se retiró de ahí con una sonrisa lo bastante traviesa para darse cuenta de que muy seguramente estaba disfrutando el momento, aunque solo fuera una sonrisa, una miradita.

Quel type insolent (Vaya tipo insolente).





[...]

¡Hola, hola, holaaaaa! It's me again!

Disfruten mucho de ésta nueva edición jajsajs. Me está gustando mucho, espero que a ustedes también. Lxs tqm <3 

Him [Charlos]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora