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13- Sobrevivimos...apenas

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Avanzamos apretados ya que Marcos había reventado las llantas de dos vehículos, así que Lily fué con nosotros en el Jeep y los demás viajaron en el autobús. Logramos llegar a las Tunas dónde nos detuvimos para buscar comida y combustible.– Papá por favor dejame buscar también, si no lo hago ¿Cómo voy a saber si estoy preparada para este mundo?– A pesar de que Zoe tenía 15 años, hablaba como una adulta. Su discusión se debía a que nos íbamos a separar para buscar. Leo se quedaría con García a cuidar el campamento provisional, José iría a buscar combustible con los otros soldados y yo tenía la tarea de buscar comida o todo lo que podría hacernos falta junto con Lily.– Te dije que no Zoe, no dejaré que vayas allá afuera– García sonaba duro y firme, era más que claro el miedo que sentía hacia la seguridad de su hija y era entendible.

Zoe molesta le dió la espalda a su padre y entró al Jeep dando un fuerte portazo.– Oye García, no quiero meterme entre ustedes, pero ella tiene razón, si no se prepara para vivir en este mundo no va a sobrevivir sola– El hombre frente a mi me mira comprensivo y luego observa a su hija.– ¿Crees qué no lo sé? Pero Will ella es lo único que me queda, no puedo arriesgarme a perderla– Entendía las razones por las que él era duro, pero si ella no aprendía no aguantaría una noche sola.– No te preocupes, que venga conmigo y con Lily. Además no hay zombies aquí, así que es seguro– García se lo pensó, y estuvo a punto de rechazar, pero Lily intervino.– Sargento yo cuidaré a esa niña con mi vida, y sé que Will también lo hará, no tiene que preocuparse– La expresión de su rostro cambió y con un suspiro de resignación aceptó.

Caminé hacia el Jeep, donde al llegar toco la puerta del auto ya que Zoe había puesto el seguro. Esta abre molesta y ni siquiera me mira.–¿Qué quieres? Déjame sola– Me escupe con rabia mirando hacia el volante con las manos cruzadas.– Venía a decirte que podías venir con nosotros a buscar provisiones, pero como no quieres...– Casi al instante su expresión cambio, con un claro brillo en los ojos y una amplia sonrisa– Pero allá afuera no puedes alejarte de mi ni por un segundo y debes escuchar y hacer todo lo que diga– Ella asiente entusiasmada, espero que esto funcione.

Agarramos un rifle de asalto para Lily y para mi. Pensando en que arma darle a Zoe, decidimos darle una Makarov junto con un cuchillo, yo también agarré uno por si acaso. Luego de estar listos partimos hacia una esquina donde había una farmacia, ese sería el primer lugar al que iremos. El local estaba destruido, no quedaba ni un estante en pie, había sangre en el suelo y expulsaba un olor terrible a putrefacción.– Tengamos cuidado, hay un cuerpo dentro– Entramos por dónde antes había una ventana gigante, ya que la puerta estaba trabada por detrás. Ya dentro Lily enciende su linterna, y lo primero que vemos son letras pintadas en la pared con sangre "**_QUE CRISTO SE APIADE DE MI_**.

Seguimos un rastro en el suelo y al lado del mostrador se encontraba un hombre. Este tenía un hacha a su lado y su pierna derecha estaba cortada desde el muslo. Las chicas, al ver esto se taparon la boca, incluso escuché algunas arcadas que provenían de Zoe. Cuando me acerqué para tomar el hacha, el cuerpo comenzó a moverse, al parecer terminó por convertirse. Este agarró mi brazo y estuvo a punto de morderme, pero rápidamente agarro su cabeza y la golpeo contra el mostrador hasta que esta revienta. Estaba manchado de sangre, ya odiaba estar así. Agarré el hacha y me levanté– Tengan cuidado, podrían haber más– Buscamos en todo el lugar, pero lo único que encontramos fué algunas vendas, alcohol y aspirinas.

Salimos y continuamos nuestra búsqueda. Ya teníamos algunas medicinas, agua y alguna que otra arma que encontramos en carros de policía. Solo faltaba la comida, y ya sabía donde buscar. A nuestra derecha se encontraba una fábrica de procesamiento de comida enlatada, justo lo que necesitábamos. –Vaya, este sitio es inmenso– Zoe tenía razón, era mucho más grande de lo que se veía desde fuera.– ¿Will no te parece raro que no haya ningún muerto?– me pregunta Lily mientras caminábamos hacia las escaleras, ya que el almacén se encontraba arriba.– Pues si, me parece todo muy extraño– Le respondo abriendo la puerta, pero al hacerlo, muchos infectados se encontraban atrapados. Los cuales se giraron hacía mi, algunos salvajes se lanzaron desde los escalones, así que cerré rápido la puerta, dejando que estos se estrellaran contra la pared.

Pandemia Zombie: El Terror Comienza Donde viven las historias. Desc¨²brelo ahora