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— Leo, por tercera vez ¿Donde estuviste ayer? — silencio, Rapha negó cansado.

Estaban los tres hermanos en el centro del tatami donde entrenaban, Leonardo movía sus Katanas con velocidad, de un lado a otro y hasta lanzandolas en el aire mientras saltaba y caía limpiamente en una posición rígida. Bajo las duras miradas de Donatello y Raphael en la puerta del Dojo.

— Hermano, no puedes evitarnos por siempre. Pensé que ayer ibas a patrullar otra vez, por si al acaso ¿no?, pero dudé porque miraste raro tu celular y rápidamente te fuiste —  Ahí, Leo volteo hacia el más alto que mostró su celular que tenía la ultima ruta que tuvo la noche anterior —  cuando fui a ver tu rastreador indicaba que estabas en un muelle muy lejos de aquí y te quedaste allí por horas... ¿Que estuviste haciendo?

— Eso... no es de su incumbencia. —  Volvió con sus practicas. Donnie chasqueo la lengua. En eso Raphael, "sin querer" pensó en voz alta.

— No nos digas que estuviste de novio con Karai otra vez.

Ahí, los presentes sintieron como una pesada nube de tension se creó en el ambiente, muy fuerte como para poder dispersarla, tanto que por un leve momento el líder detuvo todo por completo, sin poder evitar pensar en la... acción, que realizo con la ninja hace unas horas atrás. Y el silencio solo pudo responder por si solo las dudas de los otros.

— N-No... por supuesto que-

— Leo, no volvamos con los secretos otra vez. — Negó Donnie cruzándose de brazos y con la palma en su cara, arrugando el entrecejo.

— Pero es que-

— Vamos, hermano, Pensé que ya pudiste pasar esa etapa de héroe rescatista con esa loca japonesa, porque te lo digo, estabas estúpido... o estas. — Leo volteo hacia Rapha, con molestia. — Hasta Mikey te trato de aconsejar y ese con suerte ha hablado con cuatro mujeres en su vida, solo por cortesía. Y aun así no anda rogando por la atención de nadie. Pero lo tuyo ya se esta pasando.

— No es lo que creen, esta vez fue... diferente. — Desvío la mirada mientras cruzaba las piernas para sentarse lentamente en el suelo, cabizbajo, Donnie y Rapha se volvieron a mirar confundidos.

— ¿Diferente? Diferente te refieres que en vez de insistirle en que deje el clan del pie y que te diga la ubicación de destructor para derrotarlo y que pueda ir vivir contigo como una persona normal, ¿se lo suplicaste? — Cabeceo el de rojo con ironía, Donnie se adelanto a su hermano hasta sentarse a su lado.

— Leo, ya no puedes seguir con esto. Personas como ella no cambian. —  Buscaba la mirada del mayor — Ya no se trata de que no pueda, sino porque no quiere hacerlo. Según algunos reportes de la policia ella tomo el mando del Clan del Pie, si antes no tenía escapatoria ahora mucho menos. — El de rojo se sento en frente de ellos mirando solamente al de azul. — Lo único que nos queda es pelear contra ellos como siempre hemos hecho. Ella lo único que quiere de ti es capturarte y nuevamente hacer experimentos contigo. Además, no les cree un celular a cada uno desde cero para que anden con novias locas en una toxica relación a distancia.

—  Eso... eso no es cierto. — Susurro raudo.

— ¿A si? ¿Y como lo sabes? ¿Te dijo que iba a renunciar y buscarse otro trabajo o que? — Miro al de Rojo que lo miraba acusatorio, tratando de adivinar sus expresiones. Suspiro leve.

— Es que... Anoche... Ella y yo...Ehh.. —  Desvío aun más la mirada que incluso se movió un poco de lugar, ahora sus hermanos se adelantaron a el curiosos y medio eufóricos.

— ¿Se besaron? —  Donnie pregunto, Leo trago con un leve sonrojo en sus rugosas mejillas.

—  Emm... Algo.. así.