La tensión aún colgaba en el aire tras el ataque de los mortífagos en la Madriguera. Hermione había logrado traernos a Harry, Ron y a mí a un callejón en Londres con un apresurado hechizo de aparición. Los cuatro todavía llevábamos las elegantes ropas de la fiesta de Navidad de los Weasley, ahora llenas de rasgones y manchas de ceniza.
Hermione: Necesitamos cambiarnos. No podemos caminar por Londres con esto, llamaríamos demasiado la atención.
T/N: Aquí no parece que pase mucha gente. Será rápido.
Hermione: Claro. Ponte esto. (Me pasa un conjunto sencillo que sacó con magia de su bolso encantado.)
Hermione: Harry, Ron, no miren.
Ron: ¿Por qué yo? Ni que fuera a mirar.
Harry: No pienso mirar tampoco.
Hermione rodó los ojos mientras comenzábamos a cambiarnos. Me quité el vestido festivo y quedé en mi top de brasier mientras buscaba la camiseta que Hermione me había dado.
Sin darme cuenta, Harry levantó la vista para hablarme, pero sus palabras murieron en su garganta al verme. Sus ojos se abrieron ligeramente, y de inmediato desvió la mirada, poniéndose rígido.
Harry: Eh... yo... voy a... voy a mirar hacia allá. (Se da media vuelta rápidamente.)
Ron, que estaba a su lado, notó su reacción y lo miró curioso.
Ron: ¿Qué te pasa?
Harry: Nada, solo... eh... está cambiándose.
Ron levantó una ceja, divertido, y cruzó los brazos.
Ron: ¿Seguirás diciendo que no miraste?
Harry: ¡No miré! Solo... fue un accidente.
Ron soltó una risa contenida, inclinándose hacia él.
Ron: Te lo dije, si T/N estaba buena antes, ahora lo está más.
Harry: ¡Ron!
Ron: ¡Es la verdad! Ahora sabemos por qué Draco no la suelta.
Harry se puso aún más rojo y apretó los labios, claramente incómodo con la conversación.
Hermione, que ya estaba lista y organizando sus cosas, se dio la vuelta al oír el tono burlón de Ron.
Hermione: ¿Qué están cuchicheando ustedes dos?
Ron: Nada, cosas de chicos.
Hermione: Claro... como si confiara en eso.
Terminé de cambiarme y los miré, sin entender por qué Harry estaba tan nervioso y Ron parecía a punto de reírse a carcajadas.
T/N: ¿Ya están listos para irnos?
Harry asintió rápidamente, todavía evitando mirarme directamente. Ron simplemente me sonrió con un gesto de suficiencia, pero no dijo nada más.
Hermione: Vamos, no tenemos todo el día.
Salimos del callejón, listos para movernos por la ciudad. Aunque nadie mencionó nada más, Harry no pudo mirarme directamente durante toda la noche, mientras Ron se contenía las ganas de seguir molestándolo.
La cafetería estaba desierta, con solo nosotros cuatro dentro. Después de la aparición de Hermione, decidimos hacer una parada en ese lugar para descansar y pensar en nuestros próximos pasos. Mientras Harry, Ron y Hermione iban a pedir las bebidas, yo me quedé observando a los dos magos que entraron al local. Desde el primer momento, algo en su comportamiento me pareció extraño.

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Gryffindor por una mala jugada (+18)
FanfictionEn un mundo donde el linaje lo define todo, una joven indomable se enamora del chico que todos desean, un miembro de la élite con expectativas familiares asfixiantes. Su amor, oculto en rincones oscuros, es un torbellino de deseo y pasión desenfrena...