抖阴社区

Capítulo 13.

2 0 0
                                        

Bruna.

—... y deberías probarlo.

—No creo que el sexo sea algo que se pruebe.

—Se prueba y se disfruta —me dice Nina, asintiendo con vehemencia.

La literatura para ella es pan comido, pero para a mí no. Y terminar este ensaño sobre un poema me está demorando más de lo previsto. Y como mi amiga ha terminado, tiene la suerte y descaro de acostarse en mi cama perfectamente hecha. Está abrazando a unos de mis cientos de peluches que hay sobre la cama y con la lengua tan suelta como para hablarme de sexo.

—Bueno, de lo que me llevas hablando me ha quedado claro que lo disfrutas.

—Es que lo pruebo demasiado.

—¡Nina! —rio—. El sexo te quemó los sesos o qué.

—Es como un sedante —suspira anhelante—. No te imaginas lo bueno que es.

—No creo que quiera escucharlo.

Bufa.

—Mojigata.

Le lanzo uno de mis lápices y ella ríe.

—No soy una mojigata.

—Pero esperas al indicado como cenicienta.

—Espero a con quien me sentiré cómoda —le digo fulminándola con la mirada—. Y entre nosotras tú eras la que hablaba del sexo como los más sagrado.

—Uff, sí que es sagrado.

—Ahora dices eso, pero <<el sexo es algo mágico, es la unión de dos almas>> —digo imitando su voz—. Eras la tonta que creías que la primera vez iba a ser color de rosas y al otro día llegaste llorando porque no sabías si sangrar era normal.

Se estremece al oírlo.

—Ni me hagas recordarlo —pone su peso sobre sus codos y me mira—. Pero ya en serio, ¿por qué aun no lo has hecho?

Porque ya lo dije, quise decir.

No es que espero al indicado, sino que de verdad estoy esperando a la persona con la que me sentiré cómoda. Tal vez sea el mismo significado pero con distintas palabras. Tampoco pretendo que el primero sea el amor de mi vida ni que me jure amor eterno luego de entregarle mi virginidad. Pero tampoco pretendo sentir cierta incertidumbre, miedo o incomodidad en el acto. Tampoco quiero sentirme arrepentida cuando todo termine. Si voy a entregarme de tal forma a una persona, quiero que sea un buen recuerdo. Porque estoy segura que algo así no se olvida jamás.

Como mi amiga, por ejemplo.

Ella, que por más que escapó de los brazos de su novio la primera vez que lo hizo porque no sabía si sangrar era normal, no se arrepiente. Porque estuvo segura del hombre quien tenía al lado. Dicho hombre que vino corriendo también a mí casa para preguntarle si había hecho algo mal. Eso no significa que, si algún día Travis le hace daño a mi amiga, yo no vaya a cortarle las pelotas, pero al menos gano un poco de respeto de mi parte.

Y, siendo sincera, más de unos besos y un par de toqueteos no pasé. Al parecer tengo escrito en la frente "Abro mis piernas con un anillo de matrimonio de por medio; más una casa en el campo, una granja, diez hijos y dos perros y tres gatos". Cosa que no está mal, pero no es lo que yo busco. Y, mientras siga dando esa imagen, parece que jamás encontraré a alguien.

—No he encontrado a mi Tyron —le respondo. Y con tan solo decir su nombre mi amiga sonríe como tonta—. De todas formas, no siento apuro.

—Y jamás deberías —ella se sienta finalmente y me mira desde la cama—. Mira, no te lo estoy diciendo para que lo hagas ya. Y si te sientes presionada por mí, lo siento.

Un Amor Secretamente Conocido.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora