Des de abajo

Ya llevaban 4 meses entrenando, cada vez se acercaba más el día de la prueba. Carlos y Charles se dieron cuenta de que tenían muchas cosas en común, una de las cuales era el humor. En Italia estaba lloviendo, pero eso no frenaba el día de entrenamiento. Los 2 pilotos estaban ya montados en el coche.

- ¿Estás listo Leclerc?- Decía carlos con un tono juguetón

- Chili, yo nací listo- Decía Charles arrancando el motor para salir de boxers y colocarse en P2

Las luces se apagaron, parecía que Carlos y Charles estuvieran bailando en la pista, los dos iban sincronizados parecía que tuvieran un hilo que los hiciera ir así. Carlos tomó la curva 4 por el interior, esa era la trazada buena, la correcta y la única, pero Charles no lo vio así, tomó la curva por fuera y cuando llegó al ápice de la curva continuó acelerando aún más adelantando a Carlos. Sus miradas se cruzaron y pudo conectar con él, era ya la última vuelta. Carlos iba pegado al alerón trasero del monegasco intentó adelantarlo pero las condiciones de lluvia favorecen al menor.

- Bueno gracias no hace falta que me digas lo bueno que soy Carlos- Decía Charles simulando que saludaba a toda la tribuna

- Mira que eres tonto, te he dejado ganar- Carlos se picaba por todo, todo para el era una competicion.

Cuando se estaban yendo a cambiarse pudieron ver un pequeño tablero de ajedrez.

- Charles, ¿te gusta el ajedrez?

- Si mucho, ¿por qué?-

- Hay un tablero, ¿juegas?-

- Depende, si juegas tan bien como conduces mejor que no, que si no me aburrire de ganarte-

- Que inutil que eres. Me voy al motorhome, me ducho ¿y jugamos?-

- Si, yo are lo mismo Carlos, nos vemos en 20 minutos aquí-

Charles se fue a duchar todo lo rápido que pudo, se cambió, se peinó y salió disparado hacía donde habían dicho. Al llegar allí estaba Carlos esperándolo sentado con el móvil. Charles supuso que estaba hablando con Rebeca, pero no era así...

- Pensé que ya no vendrías, te llevo esperando 20 minutos- bromeó Carlos

- Lo siento-

- Es broma-

Hicieron una, dos, tres y muchas más partidas, todo eran risas. durante ese tiempo se habían vuelto muy amigos, más de lo que Charles pensaba que llegaría a ser. Carlos estaba por mover su alfil, cuando una llamada en el móvil de Charles les interrumpió.

- Hijo, es muy tarde, ¿te queda mucho?- Dijo Pascale preocupada

- Mamá, no es tan tarde- miro el reloj de la pared, que marcaba las doce y media- Lo siento, me distraje, ahora vengo- Dijo Charles yendo a buscar sus cosas en el motorhome

- Hijo, está lloviendo, ¿como vendras?-

- Vendre corriendo-

Cuando salió para despedirse de Carlos, el españos ya no estaba, pensó que al igual que él se había ido. Salió fuera del circuito allí parado debajo de la lluvia, pensando cuál sería el camino más rápido para llegar. Ni siquiera le dio tiempo a escalar, estaba dispuesto a salir corriendo para asegurarse de que llegaba a casa lo más rápido posible. Un coche lujoso, un Ferrari 812, le hizo luces, cuando el monegasco miró al interior puedo ver al español haciéndole una señal para que fuera, pero Charles no quería, así que le negó con la capeca y se despidió, pero el español lo volvió a llamar, Charles no le quedó más remedio que que subirse al coche del español.

- Charles, pon tu dirección en el GPS, si quieres puedes poner música- decía mientras se abrochaba el cinturón.

Así fue Charles puso la dirección y algo de música. La tormenta fue aumentando, cada vez llovía más, pero a ellos parecía no importarles, estuvieron cantando durante todo el camino hasta llegar donde se acababa la carretera y empezaba el camino de tierra.