??????? ? Omegacember - Jacegon ???.

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Los días pasaban y la relación entre Jacaerys y Aegon era realmente buena, tenían tanto en común y se entendían demasiado bien, ya Jace había perdido aquel miedo que sentía en un inicio de desagradarle, ahora se veía confiado y alegre.

Jacaerys regresó a casa más agotado de lo normal. El día había sido largo, lleno de clases y reuniones que no parecían tener fin. Lo único que lo animaba era la idea de ver a Aegon, de pasar un rato tranquilo con su tío. Sin embargo, al entrar en la sala, lo que vio lo hizo detenerse en seco.

Aegon estaba sentado en el sofá, su postura tensa y sus manos entrelazadas en un gesto que Jace ya había aprendido a reconocer: estaba incómodo. Frente a él, de pie con una actitud autoritaria, estaba Otto Hightower, su abuelo y mánager, y a su costado como si faltará, Alicent, Otto estaba hablando con un tono que, aunque calmado, era claramente condescendiente.

— Este asunto se salió de las manos realmente. Tu imagen está por los suelos, y sinceramente, parece que solo empeorará —Otto suspiró como si estuviera soportando una carga pesada—. Los contratos no se firman solos, y menos con este escándalo.

Aegon apretó los labios, claramente conteniéndose.

— tú dijiste que no debía dar declaraciones ni nada parecido —respondió con voz baja, pero firme—. ¿Cómo puedo detener los rumores y todo eso, si no me permites hacerlo?

— Por qué tienes una imagen... Algo dudosa además de este escándalo. —Otto cruzó los brazos—. Si crees con salir y decir que realmente eres beta e intentar explicarte, eso solucionará todo, estás equivocado...

— pero...¿Qué hago entonces? — dijo frustrado Aegon — quieren que desmienta los rumores pero tampoco quieren que diga la verdad , ¿Qué hago?

— Aegon, solo buscamos lo mejor para ti... pero desde un inicio lo pusiste muy difícil — habló Alicent — ¿Crees que tapar los problemas alcohólicos que tienes era fácil? Eso ya puso dudosa tu reputación de..

— ¡¿ Entonces qué hago?!

Alicent le dió una cachetada, toda la sala se quedó en un completo silencio, un calor nuevo comenzó a recorrerle el cuerpo, y antes de darse cuenta, sus instintos Alpha se activaron con fuerza. El simple hecho de ver a Aegon en una posición vulnerable frente a Otto y su madre, le encendió una necesidad protectora que no podía ignorar.

— ¿Qué está pasando aquí? —interrumpió Jace, avanzando hacia ellos con pasos firmes.

Alicent giró al ver a Jacaerys levantó la mirada, sorprendido por la intrusión, pero no mostró ningún signo de molestia, al igual que Otto quedándose quieto sin mostrarse sorprendido.

— Jacaerys, este es un asunto privado entre Aegon y nosotros. No es de su incumbencia, joven Jacaerys. — mencionó Otto serio.

— Claro que es mi incumbencia —replicó Jace, su tono más firme de lo que pretendía—. Si estás aquí para presionar a Aegon en lugar de ayudarlo, entonces tenemos un problema.

Aegon levantó la vista hacia él, sorprendido, pero no dijo nada. Jace podía sentir la tensión en el aire, pero no le importaba. Su instinto lo empujaba a intervenir, el aroma de Aegon inundaba la sala, era un aroma que daba a expresar su incomodidad, y algo se temor que les tenía, Jace soltó sutilmente su aroma para calmar al Omega.

— ¿Presionarlo? —Otto arqueó una ceja, claramente molesto por la acusación—. Estoy haciendo lo que es necesario para proteger su carrera.

— ¿Protección? —Jace dejó escapar una risa seca—. Todo lo que escucho es cómo le echas la culpa de algo que claramente no es su responsabilidad, de algo que usted mismo a causado... Negándole la oportunidad de intentar aclarar este asunto de su casta.

Aegon apartó la mirada, incómodo, pero Jace no se detuvo. Dio un paso más hacia Otto, dejando clara su postura.

— Si realmente le importara Aegon, estarías buscando soluciones, no señalando problemas. Tal vez deberías recordarle a la prensa que él no es responsable de lo ocurrido, en lugar de atacarlo como si lo fuera.

Otto lo observó en silencio, como si estuviera evaluando qué decir. Finalmente, se encogió de hombros.

— Haré lo que considere mejor para su imagen. Tú no decides eso, Jacaerys.

— Pero yo decido cómo lo tratan en mi casa —replicó Jace sin titubear—. Y si no vas a apoyar a Aegon como es debido, entonces no tienen nada que hacer aquí.

La tensión en la habitación era palpable. Después de unos segundos de silencio, Otto pareció darse por vencido.

— Muy bien. Pero espero que ambos recuerden que esto es un negocio, no un asunto personal. —Se giró hacia Aegon—. Hablaremos después, vámonos Alicent.

Cuando Otto y su hija salieron, Jace se giró hacia Aegon, quien lo miraba con una mezcla de sorpresa y algo más que no podía descifrar.

— No tenías que hacer eso, Jace... —murmuró Aegon, aunque su voz era más agradecida que en manera de queja.

Jace se encogió de hombros, tratando de calmarse mientras el impulso protector aún zumbaba en su interior, su alpha no quería que vuelvan a tocar a su Omega.

— Claro que sí. No voy a quedarme quieto mientras alguien intenta pasarse contigo sea tu manager o tu madre o cualquiera.

Aegon lo observó por un momento antes de sonreír ligeramente.

— Gracias. —La palabra era sencilla, pero estaba cargada de sinceridad.

Jacaerys asintió, Aegon estaba a salvo, y eso era lo único que importaba.