Naruto Sistem:No no no Mejor con calma

-Por favor, abran paso, necesito entrar -dijo Naruto mientras estaba en la puerta.

-Pervertido. -Temari todavía bloqueaba la entrada, sin dejarlo entrar.

"Como sea, piensa lo que quieras." Naruto miró a Temari, luego miró hacia el interior de la habitación a través de su espalda.

A través de la puerta de madera de sándalo blanco, la habitación parecía espaciosa, con cortinas transparentes ondeando suavemente con la brisa. La luz del sol entraba a raudales por los grandes ventanales, arrojando rayos de luz sobre el edredón de plumas y una costosa alfombra cuyo nombre Naruto no podía identificar.

"Estoy aquí como representante de Konoha para negociar con ustedes desde Sunagakure. Si esa es su actitud, no veo ninguna razón para continuar".

La expresión de Temari no era nada agradable, pero después de un momento, se hizo a un lado con cautela, dejándole pasar.

Naruto entró y se sentó inmediatamente en una silla frente al gran ventanal. Se giró para mirar a Temari y luego se estiró perezosamente bajo la luz del sol, dejando escapar un breve gemido.

-No hagas esos ruidos tan raros -murmuró Temari, su rostro se oscureció mientras se acercaba a Naruto. Sus largas piernas blancas estaban cubiertas con redes de pesca y estaba sentada frente a él.

Todas las cortinas de la habitación estaban corridas y la puerta estaba abierta de par en par, permitiendo que la luz entrara a raudales.

Aunque Tsunade le había jugado una mala pasada a Sunagakure, Sunagakure fue el primero en tener la culpa, y fueron las habilidades inferiores de Temari las que le hicieron perder su abanico. Ahora, si Sunagakure lo quería de vuelta, solo podían tragarse su orgullo.

Aun así, Sunagakure, y particularmente Temari, mantuvieron una postura firme.

Recordó el momento durante los exámenes Chunin cuando el joven que tenía frente a ella la superó. El recuerdo la hizo apretar los dientes con frustración.

"¿Estás temblando?" La mirada de Naruto se desvió hacia las piernas de Temari. "Sunagakure y Konoha ya han hecho las paces. Soy un ciudadano respetuoso de la ley de Konoha, así que no tienes por qué tener miedo".

"¡Tú!" Temari le lanzó a Naruto una mirada feroz, girando su rostro mientras apretaba las palabras con los dientes apretados, "Devuélveme mi abanico y podrás irte".

"¿Qué fan?"

-Mi abanico, el abanico de tres estrellas, me lo robaste. -Temari estaba a punto de perder la compostura.

"Olvidé dónde lo puse", respondió Naruto con seriedad, "Tal vez lo arrojé en algún lugar, o tal vez lo usé para apuntalar la pata de una mesa".

"¡Deja ya de tonterías y devuélveme mi abanico!"

-¿Por qué?- Preguntó Naruto de repente.

La expresión de Temari mostraba tanto enojo como nerviosismo, y se sentó a cinco metros de Naruto.

Desde el momento en que entró en la habitación, Temari había intentado mantener una actitud firme, con la esperanza de ejercer cierta presión sobre Naruto. Pero sus piernas estaban fuertemente apretadas, lo que delataba su inquietud.

"Porque es mi fan."

"Pero ahora es mío", dijo Naruto con indiferencia. "Lo tomé de manera justa. Si lo quieres de vuelta, tendrás que quitármelo".

"Konoha y Sunagakure ya han establecido relaciones diplomáticas", dijo Temari respirando profundamente, tratando de reprimir su ira.

-No importa. Los rencores personales no deberían elevarse al nivel de la aldea -respondió Naruto lentamente, sus ojos escaneando a Temari, quien se estremeció violentamente bajo su mirada.