×Narra Caín×
Soy el primer hijo de Adan y Eva, el primogenito de los primeros humanos en pisar la tierra y . . .
También el primer asesino en la historia de la humanidad.
Después de que papá y mamá fueran expulsados del Edén tubieron que aprender todo para vivir con normalidad, ellos se esforzaron en mucho en esos años que solo se tenían a el uno al otro y construyeron los simientos para que yo y mis hermanos viviéramos más tarde. El momento en que nací fue el momento más eliz para ellos segun me contaron, pese a vivir en un destierro injusto nada les importaba más que yo y más tarde mi hermano Abel.
Se cuenta que yo asesine a mí hermano por celos de que El Creador -o como sea que se refieran a el en los textos- aceptara su ofrenda en lugar de la mía, pero la verdad es algo distinta a la que se conoce.
La historia de como suscedío el destierro de mis padres se perdio y modificó con los años pero yo siempre supe la verdad, durante su segundo embarazo madre sufría de constantes pesadillas, todas relacionadas a aquel día, preocupado le pregunte a padre la razón y aunque al inicio solo me daba respuestas vagas por mi insistencia me conto todo lo que ocurrió. Aun siento la burbujeante sensación de ira al recordar lo que esa serpiente quería hacer con madre, papá lo noto de inmediato y trato de calmarme pero simplemente no pude ignorar algo como eso, recuerdo que papá me pidio que no odiara a los dioses ya que el no lo hacía pero por más que trate no fui capaz de hacerlo.
Cuando nacio mi hermano me hicieron prometer que no le diría nada a Abel ya que no deseaban que ni el ni yo vivieramos con odio toda nuestra vida, y tal como pidieron jamas le dije nada de lo ocurrido a mi hermano menor. Cada uno tomo un trabajo con el cual contribuir a nuestra familia yo me encargue de la tierra y él del rebaño, nuestros esfuerzos empezaron a dar frutos y entonces Abel dijo que debiamos dar una ofrenda a dios por esto, yo me negue rotundamente dios no tenia que ver en eso fue nuestro propio trabajo y si a alguien se debia los resultados era a nosotros pero el insisto tanto que termine por aceptar solo para complacerlo.
Así cada uno preparo lo mejor para su ofrenda, francamente no me importaba cual iba a ser del agrado de El Creador, con desdén le ofrecí lo mejor de mis cosechas pero este eligio al mas joven del rebaño de Abel y francamente contrario a lo que se cuenta no me importo en lo más mínimo su decisión, paso el tiempo y Abel servía con una enorme devoción a dios cosa que yo no podía soportar, dicen que sentía celos de mi hermano más eso jamas fue así.
Yo nunca estube celoso de Abel, yo estaba celoso de dios.
Mi hermano vivía con una gran devoción a un ser que dudo que velará por nosotros, alguien que no hizo nada ante la injusticia que vivieron nuestros padres, le servía como si le debiera algo cuando todo lo que sabíamos lo aprendimos de papá y mamá, lo alababa cuando quien se desgastaba haciendo todo el trabajo era él, no un ser que solo nos veía desde su comoda lejanía en los cielos.
Agh el solo recordar eso hace que le punzante molestia de celos regresé pese a los años, no podía soportar escucharlo decir mil y un maravillas de alguien que jamás había conocido, siempre enalteciendo una figura que brillaba por su ausencia. ¡Demonios! yo era su hermano mayor, yo fui quien lo cuido de animales salvajes, de que no se lastimara, le enseñe y ayude a cuidar a su rebaño cuando recien empezaba a unirse a mi y a papá en las tareas, pero quien se llevaba todo el credito era un dios ajeno a nosotros.
Y yo, no debería critcar a mi hermano, es el menor y yo como el mayor no debería exigir reconocimiento cuando se supone que lo cuido por amor puro como nos cuidaron nuestros padres. Pero . . .
Me sentía desplazado por Abel, sentía que el hacía de menos todo lo que nuestros padres y yo hacíamos y lo peor era contra alguien a quien nunca podría hacer frente.
Y todo exploto un día, mi enojo y celos por la fe ciega de Abel se salieron de mi control iniciando una muy fuerte discusión entre ambos que evolucionó a una pelea física y . . .
Y . . .
No se como paso . . .
Para cuando me dí cuenta . . .
Abel . . .
Mi pequeño Abel . . .
Mi hermano menor estaba . . .
Estaba muerto.
Por más qué lo llame no me respondío, sin importar cuanto lo moviera no se quejaba como cuando no quería levantarse, el se había ido y todo por mi culpa.
El Creador se presento frente a mí, no recuerdo con exactitud lo que dijo yo solo lloraba desesperado abrazando lo más fuerte que podía el cuerpo de Abel. Ya no podía volver con mis padres no después de lo que había hecho así que me fuí tan lejos como pude pero el recuerdo de lo que hice me persiguió eternamente.
No volví a verlo hasta que ocurrio el Ragnarok, donde papá lucho por defender a mis hermanos menores de los dioses, no cabía en la alegría de ver nuevamente a mi hermano y madre, en ese momento nada importo más que apoyar a papá en su combate. Fue doloroso verlo desaparecer, alguien como el no merecía eso pero era imposible detener a padre, él siempre dio todo por protegernos y no se rindió nunca.
Los combates siguieron mis hermanos menores todos eran increíbles, no había duda de que a pesar de la diferencia de años sacaron lo mejor de papá y mamá, debo decir que todos ya tenían todo mi apoyo y cariño desde el momento cero pero si hubo uno por el que me preocupe más, Jack, mi pequeño hermano de cabellos grises se llevo un poco más de mi corazón ya que bueno, creo que es evidente la razón, me partio el alma verlo recibir pedreadas del resto de nuestros hermanos, una parte de mi quería correr a él para abrazarlo y protegerlo tal como hubiera hecho papá pero otra temía su reacción y si era correcto que yo interviniera. Pasaron un montón de otras cosas pero lo más importante es que trajeron de regreso a mi papá y hermanos . . . ah y los dioses tambien pero ellos no son importantes.
- Sir . . . Ca . . . ¿Sir Caín le ocurre algo? -la voz de mi hermanito resuena en mi cabeza.
Ahora en una enorme casa (mansión) en el jardín celestial que fue el hogar de mis padres me encuentro de pie frente a mis hermanos menores que me miran expectantes y algo preocupados, suspiro levemente para hablar lo más serio posible ya que el tema lo requiere.
- Debemos hablar sobre su relación con los dioses -suelto finalmente y las reacciones no tardan en aparecer con expresiones de confusión- Miren se que ustedes fueron elegidos por ser los más fuertes de la humanidad pero son mis hermanos menores, se que aún es pronto para que me consideren su hermano pero para mi ya lo son y no quiero que nada los lastime -comento suavizando mi mirada- pase lo que pase quiero que sepan que los apoyaré y estaré para ustedes, si me lo permiten claro -
Puede que me este adelantando mucho pero para mí y papá es obvio que las deidades tienen una fijación muy grande en mis hermanos.
Y como el mayor me aseguraré de cuidarlos con todo lo que tenga.
Le fallé a mamá y papá como hijo.
Le fallé a Abel como hermano mayor.
Pero ahora es diferente, seré mejor de lo que fui en el pasado.
Está vez protegeré y cuidaré a mis hermanos como debe ser.
Porque ese es el deber de un hermano mayor.
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No sé si en algún lado se aclara si en el manga Caín si mato a Abel o no, pero bueno agradecería si me lo hacen saber. Bueno espero que les gustará mi versión del mito de estos hermanos.
Caín no supo que lo habían desterrado y condenado a vagar por la tierra hasta después del Ragnarok durante una charla que tuvo con Rasputín y Nikola, el simplemente se alejo porque no podía perdonarse por lo que le hizo a Abel.
