Heaven and back - Thanos (Squid Game 2)

—¡No te atrevas a tocarme! —gritó una voz masculina desde el interior del baño.

Un estruendo resonó, seguido de insultos y el ruido de golpes. Mi respiración se detuvo por un momento, y miré a Thanos con alarma.

—¿Qué...? —murmuré.

Las voces se elevaron y eran perfectamente audibles desde donde estábamos nosotros, y el eco de un disparo cortó el aire. Mi estómago se encogió de puro miedo.

—¡Retrocedan! —gritó uno de los guardias con una autoridad gélida.

Al cabo de unos minutos, el silencio volvió, roto únicamente por las pisadas apresuradas de los guardias..

—Han muerto cinco jugadores —anunció un guardia a otro desde la entrada del baño con frialdad.

Sentí cómo las piernas me temblaban. Sin quererlo, había salvado a Thanos de una pelea que pudo haber terminado de la peor manera. Él me miró de reojo, como si comprendiera lo que acababa de suceder, pero no dijo nada.

Desde donde estábamos, Thanos y yo podíamos ver cómo la situación se descontrolaba rápidamente. Los gritos de los jugadores y el ruido de los guardias interviniendo resonaban en el baño. Él giró la cabeza hacia mí, y en su mirada había una mezcla de desconcierto y agradecimiento.

—Bueno, creo que te acabo de salvar de lo peor —dije, intentando sonar despreocupada, aunque mi voz temblaba un poco.

Thanos dejó escapar una leve risa, seca y sin humor.

—Lo dices como si no fuera normal estar rodeados de caos.

Lo miré con seriedad, cruzándome de brazos. Era evidente que no entendía lo grave de la situación.

—Thanos, escucha. Para poder sobrevivir a esta noche, tienes que hablar con los otros jugadores que votaron por equis. Ellos tienen un plan, y necesitas saber de qué se trata.

—¿Hablar con ellos? —me interrumpió de inmediato, sacudiendo la cabeza—. Estás loca.

Tomé su antebrazo con firmeza, obligándolo a mirarme.

—Tal vez no confíen en ti ahora, pero puedo convencerlos. Si entienden que estás dispuesto a ayudarlos y que sabes lo que está por venir, al menos considerarán trabajar contigo —le aseguré en un tono serio—. No se trata de ser su amigo, es cuestión de sobrevivir.

Él me miró escépticamente, sus ojos evaluándome como si buscara una señal de que esto no era una pérdida de tiempo. Finalmente, suspiró, rindiéndose.

—Está bien, está bien, pero si algo sale mal, es tu culpa.

Asentí con determinación. Al parecer, por fin las palabras llegaron a Thanos.

Sin perder más tiempo, lo tomé de la mano con un coraje que no sabía que poseía, pero, antes de que avanzáramos, Nam-gyu se muestra cerca de la puerta de los baños, mientras lo llama desde lejos, haciéndole una seña a Thanos para que se acerque.

—¡Thanos! Ven, tengo algo que decirte —lo llama con insistencia.

Thanos me mira a mí, luego a Nam-gyu. Había algo sospechoso en esto... Thanos de repente se suelta de mi agarre. Sentí el vacío en mi palma, y entonces se dirigió hacia Nam-Gyu. A pesar de que odio a ese hijo de perra, recordé que era su amigo, y aunque me costara admitirlo, estuvo en la vida de Thanos más tiempo que yo.

—Adelántate, yo luego te sigo —afirma mientras se aleja a paso lento.

Asentí, intentando procesar el momento tan abrupto. No sé si estaba siendo paranoica pero algo no se sentía bien. Decidí no darle importancia. Tal vez simplemente estaba mezclando mi historial con Nam-gyu. Seguí mi recorrido, y una vez en los dormitorios, resignada, lo esperé...