? JK ??? | Kookmin

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[ Aviso: contenido de puro sexo vampírico ]

ꜱɪ ᴇꜱ ǫᴜᴇ ᴇʀᴇꜱ ᴍᴇɴᴏʀ ᴏ ᴘᴀʀᴀ ᴛɪ ɴᴏ ᴇꜱ ᴅᴇ ɪᴍᴘᴏʀᴛᴀɴᴄɪᴀ ʟᴀ ᴛʀᴀɴꜱɪᴄɪóɴ ᴀ ʟᴀ ɪɴᴛɪᴍɪᴅᴀᴅ ᴇɴ ʟᴀ ʀᴇʟᴀᴄɪóɴ ᴅᴇ ʟᴏꜱ ᴘʀᴏᴛᴀɢᴏɴɪꜱᴛᴀꜱ, ᴘᴜᴇᴅᴇꜱ ꜱᴀʟᴛᴀʀᴛᴇ éꜱᴛᴇ ᴄᴀᴘíᴛᴜʟᴏ ᴅᴇ ñɪǫᴜɪ ñɪǫᴜɪ

Gracias por su atención 🤟🏻

La habitación de Jimin estaba envuelta en una penumbra íntima, apenas rota por el resplandor tenue que se filtraba a través de las cortinas, un velo de sombras que envolvía a los dos hombres en un mundo propio.

Jungkook, suspendido sobre el cuerpo de Jimin, sentía el calor de su piel bajo las manos, un contraste ardiente contra la frialdad vampírica que ahora corría por sus venas. Sus ojos rojos brillaban en la noche, abiertos de par en par mientras observaba a su amor con una mezcla de anhelo y asombro, como si aún no pudiera creer que este momento fuera real.

Jimin, por su parte, lo miraba con una expresión perpleja, los ojos rosados dilatados mientras intentaba descifrar la profundidad de las palabras que Jungkook había susurrado, la pregunta colgaba entre ellos, un puente frágil tendido sobre el abismo de sus emociones, y aunque su mente luchaba por procesarla, su cuerpo ya había comenzado a responder.

Jungkook bajó el rostro con una lentitud deliberada, sus labios rozando el cuello de Jimin en un beso suave que pronto se transformó en algo más. Su lengua trazó un camino cálido sobre la piel sensible, lamiendo con una mezcla de reverencia y deseo que hizo temblar al menor. Jimin se estremeció bajo él, los ojos abriéndose aún más en una impresión que rayaba en la incredulidad. El calor de esos labios, la presión húmeda que dejaba un rastro de fuego en su piel, lo desarmaba por completo. No podía negar que le gustaba —no, que lo deseaba— pero la intensidad de la situación lo tomó por sorpresa, dejándolo atrapado entre el instinto y la razón.

Sacudió la cabeza ligeramente, un intento débil de recuperar el control, de volver a la línea de lo sensato.

—Jungkook… —lo llamó, su voz temblando mientras lo alejaba con suavidad, incorporándose para mirarlo a los ojos.

Jungkook lo observó en silencio, los labios entreabiertos dejando escapar un aliento cálido, las pupilas rojas dilatadas con una intensidad que parecía devorarlo.

—¿Qué tratas de hacer? —preguntó Jimin, frunciendo el ceño mientras buscaba respuestas en esa mirada—. ¿Qué quieres decir con…?

Antes de que pudiera terminar, Jungkook lo interrumpió con un movimiento rápido pero gentil, acostándolo de nuevo sobre la cama y posando una mano grande sobre sus ojos.

—Solo cierra los ojos y déjame hacerlo… —dijo, su voz grave y relajada envolviéndolo como un manto, una promesa susurrada que calmaba y encendía a la vez.

Jimin contuvo el aire, el corazón latiéndole con fuerza mientras bajaba los brazos a los costados, rindiéndose al torbellino de sensaciones que lo arrastraba. En el fondo, el temor persistía, una línea delgada que lo ataba a sus muros internos, pero si Jungkook lo amaba con esa intensidad que podía sentir en cada roce, en cada beso que hacía dar vuelcos a su vientre, ¿por qué negárselo?

La mano de Jungkook se deslizó bajo la camiseta negra de Jimin, los dedos fríos explorando la piel cálida de su abdomen con una caricia extensa que ascendía lentamente. El tacto subió por su torso, rozando los pectorales antes de salir por el cuello, dejando un rastro de fuego que lo sacó de sus pensamientos internos sobre el bien y el mal.