ELIZABETH POV
La siguiente semana fue apenas un borronazo, una combinación de abrir y cerrar los ojos. A veces sentía el aroma de la ambrosía antes de que la acercaran a mis labios, otras, el murmullo de voces preocupadas a mi alrededor. Sabía que me vigilaban, que curaban mis heridas y hacían todo lo posible por mantenerme estable. Pero para mí, todo era un ciclo confuso de consciencia y oscuridad.
Hasta que, finalmente, pude estar despierta por completo.
Habían pasado casi dos semanas desde la primera vez que abrí los ojos.
Con el pasar de los días, la claridad llegó poco a poco, como si mi mente hubiera estado atrapada en una neblina espesa que finalmente comenzaba a disiparse. Ya no era solo un abrir y cerrar de ojos, fragmentos sueltos de voces y dolor flotando en la inconsciencia; ahora estaba realmente despierta, consciente del peso de mi propio cuerpo y del murmullo constante a mi alrededor.
Fue en ese estado, apenas acostumbrándome a la sensación de estar presente otra vez, cuando la puerta se abrió de golpe.
Michael entró con pasos apresurados.
No dijo nada de inmediato. Se detuvo al ver que lo estaba mirando, como si no esperara encontrarme realmente despierta. Su expresión no era la de alguien que veía a una amiga, pero aún así había preocupación, su mirada era la de alguien que estaba acostumbrado a verme en la enfermería, pero no en este estado.
Se quedó unos segundos en silencio, observándome con los labios apretados, como si estuviera eligiendo bien sus palabras.
-Elizabeth... -Su voz fue más neutra de lo esperado, sin la rigidez profesional que usaba normalmente conmigo, pero tampoco con cercanía-. Me alegra verte despierta.
Exhaló, como si hubiera estado reteniendo el aire demasiado tiempo, y bajó la vista a la tablilla que llevaba en la mano.
-Se que sobra decírtelo, pero... estuviste muy mal.
Hizo una pausa, esperando una reacción que no llegó.
-Tienes fracturas que ya están sanando, pero cuando llegaste aquí, varios órganos estaban perforados, tus pulmones apenas funcionaban, y los huesos estaban hechos polvo.
Alzó la vista hacia mí, evaluando.
-No debería sorprenderme, considerando que esta no es la primera vez que terminas aquí. Pero...
Su ceño se frunció, y por un momento pareció medir sus siguientes palabras.
-Nunca habías llegado así.
El silencio se instaló entre nosotros.
-Y hay otra cosa -continuó, con el mismo tono controlado-. Tu memoria. Sé que ya te debiste haber dado cuenta, perdiste fragmentos de los últimos meses. No todo, pero... lo suficiente para que lo notes.
No respondí.
El silencio se alargó entre los dos. Sabía que no iba a soltarlo así como así.
-¿Qué es lo último de lo que te acuerdas? -preguntó al fin, con cautela.
No respondí.
Michael me observó detenidamente, sus ojos buscando algo en los míos.
-Va a ser difícil -murmuró, más para sí mismo que para mí.
Mi mandíbula se tensó, y su expresión cambió de inmediato.
-Elizabeth... -Su tono se volvió aún más suave, casi como si temiera que me rompiera si insistía demasiado-. ¿Por qué? Nunca sabemos qué es lo que pasa realmente. Creemos que son misiones, nunca pregunto más allá cada vez que llegas a la enfermería, pero esto... esto no es normal. Tienes que dejarme ayudarte. El silencio no va a ayudarte en nada.

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ET?REA ~percy Jackson~
FanfictionElizabeth Andromeda Blake, herramienta de los dioses, la semidiosa más poderosa conocida en milenios, desde peque?a sufriendo un destino peor al de la mayoría. Fruto del pecado y objeto de maldiciones, con un destino escrito en piedra pero no en fue...