??Stripper?!

Me levanto bajo la atenta mirada de Inuyasha, busco mis bragas y me las coloco. En este momento me siento como una prostituta barata. Tomo mi sujetador y me lo coloco, no pienso ponerme el vestido y tampoco voy a pelear con Inuyasha por él. Inuyasha mantiene aferrado a su cuerpo la increíble tela. Busco en su clóset sin permiso una camisa lo bastante grade como para que me quede como un vestido. Recojo mi cabello. Me doy vuelta y miro a Inuyasha que en este momento tiene un pantalón holgado que ni idea de donde saco y tampoco me interesa, se coloca una camiseta y me mira.

—Me largo—las palabras dejan mis labios antes de que pueda digerir lo que pasa.

—No—lo miro incrédula. Él solo se mantiene firme junto a mi vestido.

—No te lo pregunto—camino para salir, pero su cuerpo se interpone en la entrada, suspiro enojada.

—No irás a ningún lugar—paso la mano por mi rostro.

—Sal de mi camino, Inuyasha—digo fuerte, me siento tan indignada.

—¿Qué te pasa?—pregunta y juro que quiero cortarle la cabeza.

—Solo que ya no me apetece tener sexo contigo—murmuro con mi vista en sus ojos. Ojos que me miran sorprendidos.

—Está bien, has lo que quieras, pero de esta casa, tú no sales, ¿entendido?—me dan ganas de cortarle las pelotas, pero luego recuerdo que es un maldito y me regresará todo con más fuerza.

—No—respondo cruzada de brazos—me quiero ir y eso haré—él ríe negando.

—Ya dije, no repito más de dos veces—sale dejándome con las palabras atoradas en mi garganta. Pataleo como una niña pequeña enojada y mi cabello sale volando por todos lados. Camino detrás de él viendo como baja las escaleras ignorándome. Veo a Kikyo desde arriba por lo que me quedo sentada en el último escalón.

—¡Inuyasha!—chilla y en este momento su voz me molesta.

En este momento todo te molesta

Ignoro las verdades que tienen las palabras de mi subconsciente y me enfoco en la conversación frente a mí. ¡Las palomitas que empieza la fusión!

—Kikyo...

Inuyasha deja las palabras en el aire y ella sonríe coqueta. Tengo que decir que ella tiene un lindo cuerpo, que digo lindo. Tiene el cuerpo perfecto, muchas tetas, mucho trasero y una cintura pequeña, es bonita, alta y tiene su cabello siempre bien arreglado. Kikyo sin duda no tiene nada que enviar, es bastante atractiva. Y la muy zorra es completamente natural, desearía que no lo fuera para poder criticarla, pero ella es perfectamente natural.

Hoy lleva un vestido rojo que se ciñe a su cuerpo, es corto, bastante corto y la cremallera la lleva adelante. Solo con bajarla queda desnuda, o semi, depende si no lleva ropa interior. El vestido es de tela cuero y acepto que es precioso. Su cabello que pocas veces lo recoge, hoy está en una coleta apretada que le queda genial, maquillaje, mucho, pero ella hace que se vea bien. Una maldita con buenos gustos.

—Me pediste que viniera luego de la fiesta, para divertimos—toca el pecho de Inuyasha y mi cuerpo se tensa. Joder, ¿qué me pasa?

Se llama frustración linda.

¡Maldito Inuyasha! Todo lo que pasó en el maldito aniversario solo era mentira. Esos momentos... Todo fue planeado. Esos besos, y luego el vendrías a revocarte con ella. Me siento muy indignada. Paso la mano por mi pelo. Él seguirá con ella, eso ya lo venía venir, pero no está noche. Quiero llorar de la maldita frustración que tengo.

—Pero... Ya no quiero, no tengo deseos Kikyo—susurra él.

—Solo tengo que convencerte—murmura besando su cuello.