抖阴社区

45. Donde Debía Estar

194 17 13
                                        

Aviso+18

Yeimy

Esa noche ya pudimos irnos a la casa nueva, ya con todo en cajas y el cuerpo pidiendonos descansar a gritos, nos tiramos en el colchón que habíamos dejado tirado sobre nuestra nueva habitación.

Erick y Vanne se quedaron en casa de Gema.

Charly: ¿Como te sentis?-pregunto haciendome cariño en el brazo.

Yeimy: Agotada pero bien, estoy feliz

Charly: Yo igual, ya mañana yo creo que estará toda la casa lista

Yeimy: si va a quedar super bonito

Charly:¿Más bonito que yo?-pregunto el con una sonrisa que me derretía

Yeimy: Idiota-susurré-ya no te puedo decir nada sin que empeces con tus chimbadas

Charly: Yo pense que te gustaba tal y como soy-comenzó a besarme el cuello-¿o me equivoco?

Yeimy: no empecés que estoy cansada-lo empuje para que se acostará al lado mio.

Charly: Esta bien descansa-me dio un beso en la cabeza-voy a dormir

Yeimy: ¿Es enserio? Veni para acá mi Imbécil-Tome su cara para besarlo

Charly: Ututuy reina no que no?

Yeimy: callate antes de que me arrepienta

Me coloqué encima de él y supe que ya no había vuelta atrás. Lo miré a los ojos y él ya no era solo el hombre del que me había enamorado hace años... era el padre de mi hijo, mi compañero, el único que lograba hacerme temblar con solo una mirada.

Charly deslizó sus manos por mis muslos, lento, como si me adorara. Me mordí el labio al sentir su tacto. Su piel estaba caliente, su respiración pesada.

Charly: Dios, cómo me enloquecés...

Sus palabras salieron entre jadeos mientras sus labios buscaban los míos. El beso fue lento al principio, cargado de deseo contenido. Pero pronto, nuestras lenguas comenzaron a moverse con hambre, desesperadas por recuperar cada segundo que el cansancio había intentado robarnos.

Me quitó la camiseta con un movimiento suave, como si desenvolver un regalo. Sus labios descendieron por mi cuello, mi clavícula, hasta mis pechos, que ahora estaban más sensibles por el embarazo. Gemí bajito cuando su boca me tomó, provocándome un escalofrío que me recorrió entera.

Yeimy: No te detengás...

Charly obedeció sin decir nada, pero con los ojos llenos de amor y lujuria. Me giró con cuidado, colocándome debajo de él, como si mi cuerpo fuera algo sagrado. Se deshizo de su ropa entre caricias y miradas que decían más que mil palabras. Estábamos desnudos, pero no solo de ropa... estábamos vulnerables, abiertos, entregados.

Cuando se unió a mí, lo hizo con una dulzura que me sacó el aire. Me llenó por completo, y por un segundo, sentí que el mundo se detenía. Su movimiento fue lento, profundo, como si quisiera marcar su nombre dentro mío. Lo abracé fuerte, mis uñas se hundieron en su espalda mientras él se movía dentro de mí, cada vez más intenso, más profundo.

Charly: Estás tan hermosa... así... toda mía...

Mis caderas se alzaban para encontrarlo, mis piernas lo rodearon con fuerza mientras nos movíamos al ritmo de nuestra respiración acelerada. Me besaba como si me necesitara para vivir. Y yo, entre jadeos y caricias, sentía que el amor que nos unía era más grande que cualquier dolor, cualquier pasado.

El placer creció entre nosotros como una ola imposible de frenar. Lo sentí temblar dentro de mí y yo misma estallé con un gemido ahogado, aferrándome a su cuerpo como si fuera mi ancla. Nos dejamos caer rendidos, con la piel húmeda y el corazón latiendo a mil.

Él apoyó su frente en la mía, jadeando, sonriendo apenas.

Charly: Nunca voy a dejar de amarte...

Yeimy: Y yo nunca voy a dejar de necesitarte...

Nos quedamos así, enredados, con las sábanas revueltas y el alma en calma. Esa noche, en medio del desorden y los nuevos comienzos, supimos que estábamos donde teníamos que estar: en los brazos del otro.

Desperté con la luz suave de la mañana filtrándose por las cortinas medio colgadas. Me estiré despacito, sin abrir los ojos todavía, y lo sentí ahí… su respiración tranquila, el calor de su cuerpo pegado al mío, su brazo rodeándome la cintura como si me protegiera incluso dormido.

Me giré con cuidado para no despertarlo y lo observé un rato. Tenía el pelo todo despeinado, las pestañas largas descansando sobre sus mejillas, y esa expresión de paz que pocas veces le veía. Se veía tan… vulnerable, tan mío.

Le acaricié la mejilla con la punta de los dedos y no pude evitar sonreír.

Yeimy: Buenos días, mi amor...

Charly abrió los ojos lentamente, y al verme tan cerquita, sonrió con esa sonrisa que me derrite.

Charly: Así da gusto despertarse...

Me atrajo hacia él, besándome la frente primero, después la nariz… y por último, los labios. Un beso lento, tibio, de esos que no apuran nada, que solo dicen "te amo" sin palabras.

Yeimy: Dormiste bien?

Charly: Dormí como un bebé… abrazado a la mujer que amo y a mi bebé en camino… ¿qué más puedo pedir?

Acarició mi vientre con ternura, besándolo con una devoción que me hizo lagrimear un poquito.

Charly: Buen día, parcerito… o princesita… no sé quién sos, pero ya te amo con todo mi corazón.

Yo me tapé la cara, riéndome bajito, entre la emoción y la vergüenza.

Yeimy: Sos un tierno… me vas a hacer llorar a esta hora...

Charly: Y eso que todavía no te dije que soñé con nosotros, viejitos, tomando café en el patio mientras nuestro hijo o hija nos canta con una guitarra...

Lo miré con el corazón apretado de amor. Me trepé encima suyo como la noche anterior, pero esta vez solo apoyé la cabeza en su pecho.

Yeimy: Nunca me imaginé esto, Charly. Después de todo lo que pasamos… este momento, esta calma, este amor…

Charly: Yo tampoco. Pero ahora que lo tengo, no pienso soltarlo.

Nos quedamos así, abrazados, respirando el mismo aire. Sin apuros. Sin caos. Solo nosotros dos… y el bebé creciendo entre nosotros.

☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆

Holaa acá otro cap🫶

Pudimos Serlo Todo... / Charly x Yeimy Donde viven las historias. Descúbrelo ahora