抖阴社区

Capitulo VIII

1.2K 143 60
                                        

CAPÍTULO VIII
COMPROMISO

Sarocha me suelta sólo cuando estamos al pie del pequeño escenario improvisado. Se acomoda un mechón de cabello negro tras la oreja y respira hondo mientras pasa sus manos por su abdomen, dejo de mirarla para ver el camino que hemos recorrido, mis ojos buscan de manera esperada a Gulf, la distancia parece abismal aunque no estamos a más de diez metros de distancia, mi corazón late con fuerza como si quisiera salirse de mi pecho para lanzarse contra el pelinegro, mi respiración se corta cuando lo veo dar un paso para seguirme pero Billy lo detiene poniendo una mano sobre su pecho.

Veo a Gulf negar y alejar la mano de mi amigo, no logro escuchar lo que dicen pero sé que no es una conversación amigable, lo sé porque mis ojos siguen fijos en Gulf, en su expresión desencajada, en el movimiento brusco de sus labios formando palabras que no logro descifrar y en las manos de Billy que buscan contenerlo. Billy se interpone firme, como una barrera humana, algo que nunca había visto antes, mi amigo parece realmente preocupado por evitar que Gulf llegue hasta mí, pero sé que no durará, quizás es por eso que Pearn se acerca, sus labios se mueven y también veo la expresión en ella, no sé lo que dice pero cuando termina de hacerlo algo de Gulf se apaga o se enciende, no tengo manera de saberlo pero puedo presentirlo. Deja de manotear con Billy y se mueve de manera lenta, robóticamente hasta encontrase con mi mirada. Lo que sea que le haya dicho Pearn lo ha hecho mirarme con intriga, como si me estuviera culpando de algo tan grande como este evento, trago las emociones e intento sepultarlas, me repito que es algo que debo hacer, esto es lo que yo debo de hacer, pero algo dentro de mí se retuerce al ver la desesperación y el resentimiento en el rostro de Gulf. Puedo sentir su dolor quizás porque me duele a mí también.

—No arruines esto— Sarocha vuelve a jalarme por la muñeca. Su tacto es rudo, frío y violento, me hace girar hacia ella para encontrarme con sus ojos, oscuros y helados— Ninguna de las dos quiere hacer esto pero no depende de ti o de mí, esto es por algo más grande y lo sabes. No arruines esto —repite, apretando mi muñeca con más fuerza, estoy al borde del dolor, tanto físico como interno—. Todos estamos sacrificando algo y no permitiré que tu estupidez haga que todo sea por nada.

Mi corazón late desbocado, pero esta vez no es por Gulf. Es por la cruda realidad de dónde estoy parada, ella tiene razón, lo que siento por Gulf no puede interferir en mis planes, no ahora. Intento zafarme, pero ella no me suelta. Baja el rostro hasta quedar a la altura de mis ojos, su aliento rozándome la piel.

—¿Sabes cuántas cosas están en juego esta noche?  —susurra, cada palabra como un látigo —. Lo único que tienes que hacer es ser un adorno, tener un bebé y absolutamente todo se habrá terminado, no tienes otra utilidad, un tonto bebé y será todo.

Trago saliva, mi garganta seca como papel. El dolor en mi muñeca comienza a punzar. Este es su verdadero rostro, sus intenciones son claras, ha dejado que la máscara caiga. Esta es la Sarocha que tanto odio y que siempre odiaré.

—Suéltame —susurro, con la poca dignidad que logro reunir.

Sarocha me suelta de golpe, como si mi piel la quemara. Doy un paso hacia atrás, frotándome la muñeca sin apartar la mirada de ella. El dolor es sordo, latente, pero no se compara al otro dolor, ese que se clava profundo en mi pecho: el de escucharla reducirme a nada más que una pieza útil en un tablero que elegí jugar.

Ella se endereza, se acomoda el vestido como si nada hubiera pasado, como si no acabara de destrozarme un poco más. La expresión en su rostro es de hielo: perfecta, intocable, inhumana.

—No me mires así —dice, sin siquiera mover los labios, sólo con los ojos—. No soy la villana, sólo soy el recordatorio de tu realidad.

Sus palabras me golpean más fuerte que su agarre. Me obligo a parpadear rápido para evitar que las lágrimas me delaten, no aquí, no ahora. Son tantas emociones que me convenzo de que las ganas de llorar son por lo que este matrimonio significa en realidad, un recordatorio de que estoy aquí no porque quiero si no porque es lo que debo de hacer.

Agreed Consideration | FreenBecky |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora