Fake Boyfriends ━━ ?????????

Había pasado poco más de un mes desde aquella noche bajo las luces de la terraza y el frío de la ciudad donde Rin le había pedido a Isagi que fuera su novio. Todo en sus vidas se había vuelto una mezcla de emoción, trabajo y amor.

El calendario de Isagi estaba abarrotado. Grabaciones de su debut en Estados Unidos, ensayos interminables para el primer concierto que daría allá, entrevistas, sesiones de fotos.  

Era como si el mundo entero lo hubiese succionado al mismo tiempo. Corría de su casa al estudio, del estudio a su casa, aprendía coreografías y perfeccionaba su inglés.

Había días en los que apenas podía sentarse a respirar. Semanas en las que vivía a base de café, bebidas energéticas y adrenalina. A pesar de todo, su sonrisa nunca había sido más brillante. Había podido sobrellevar todo eso gracias a alguien.

Porque al final de cada jornada agotadora, había un mensaje de Rin esperándolo.

"No te olvides de comer."

"Estoy orgulloso de ti."

"Te extraño."

Las palabras de Rin eran su refugio en los días más difíciles.

Rin, a su manera silenciosa pero constante, también estaba atravesando uno de los momentos más importantes de su carrera. Confirmado como uno de los modelos principales en la Fashion Week de Nueva York, Rin había estado en fittings, sesiones de fotos, ensayos de pasarela y, aun así, siempre encontraba una forma de hacerle llegar a Isagi un recordatorio de que estaba a su lado.

Era un logro enorme, uno que en otra época lo habría absorbido por completo, pero esta vez era diferente. Esta vez Rin lo vivía de la mano de Isagi. Lo pensaba mientras caminaba en castings o se probaba atuendos para diseñadores de renombre. Lo pensaba mientras ensayaba sus pasarelas "Yoichi va a estar allí conmigo."

Y Rin sabía que Isagi pensaba exactamente lo mismo.

A pesar de las agendas saturadas, habían logrado robarse algunos momentos juntos: cenas rápidas en cafés escondidos, citas nocturnas improvisadas en el departamento de Isagi, incluso algunas escapadas de madrugada sólo para abrazarse y quedarse dormidos en el sofá, completamente vestidos y rendidos del cansancio.

La idea de compartir no sólo su éxito, sino su vida, con Isagi, le daba una fuerza nueva.

Ahora, un día antes de abordar el vuelo rumbo a Estados Unidos, Rin había planeado algo especial.

Esa tarde, Tokio estaba vestida de primavera temprana. El viento era fresco, pero el sol aún acariciaba los edificios altos con una luz dorada que hacía que todo pareciera un poco más mágico.

Isagi estaba en su habitación, cerrando la última de sus maletas. Estaba agotado, nervioso y emocionado. Iba a vivir su sueño, su gran debut internacional, y lo haría llevando consigo todo lo que era, todo lo que había construido con tanto esfuerzo, también llevaría a Rin con él, como una llama cálida que no se apagaba.