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Narró yo:

En cuanto llegaron a Itaca, Telemaco fue a su habitación, parecía que morir a los cuarenta era algo suficiente de vida para muchas personas. Pero Telemaco en realidad deseaba vivir más, últimamente su vida es una mierda, y empezó a tener en cuenta que esa enfermedad que tiene es causante de esas visiones o más bien, alucinaciones en realidad. No puede hacer más que llorar ahora y tener la cara contra la almohada, quizás si aquel abuso nunca hubiera existido probablemente no tendría esta enfermedad y lo sabía perfectamente, ¿pero acaso ahora se podía negar a su futuro? No. Encima de que teniendo en cuenta el hecho de que las vidas de todos eran un desastre por ahora, no estaba en el punto para empezar a al menos disfrutar un poco más, lo que le queda de vida.

¿Qué es lo que está pasando? Las cosas se remontan después de que Telemaco conoció a la niña pequeña llamada "Layra" más poco después llegó Cass de su viaje y los dioses que eran críos de Zeus contando como habían quemado la cocina intentando hacer algún postre fino, claro, no les salió a ninguno. Pero notaba algo Antinous y las diosas, Telemaco usualmente se veía más cansado, como si se le drenara la vida aveces. Una noche que Hermes, Atenea, Circe y Hestia discutían al respecto supusieron que era por la enfermedad más Atenea descartó esa idea, no quería ver a alguien que consideraba su hijo morir de pronto, sumado que sabían que la enfermedad podría llegar a matarlo antes incluso. No hay cura ni siquiera en la actualidad, y desafortunadamente, Antinous escuchó la situación. Ninguno tiene idea de qué enfermedad es, solo saben que no hay una cura aún en aquel entonces, acabó buscando entre libros proponiéndose un sacrificio de alguna persona cercana a Telemaco con tal de que eso salvara a su amado, sacrificó a Cass la cual igualmente, salió viva de igual manera salvada por las diosas sin dejarla morir. Antinous recibió un engaño y esa situación sólo aumentó el estrés, ansiedad y muchas más emociones conflictivas de Telemaco, haciendo que esas alucinaciones de sueños aveces se relacionaran con lo que vivía ahora, viendo dioses que en su realidad, no existen ni siquiera. Todo lo visto, a sido una alucinación en realidad, es lo que la enfermedad causa a estos puntos graves, pero ahora cobra también con la vida del príncipe. De regreso de que rescataban a Cass, pasaron por el inframundo y ocurrió lo que ustedes observaron el capítulo anterior.

Sabiendo aquello, Telemaco tiene miedo de que es lo real y que no, podría arriesgarse porque total sería una alucinación más ya no sabe distinguir lo real de lo falso, dada que la enfermedad hace las alucinaciones auditivas y a la vez posibles al tacto. Eso hacía sentir peor al príncipe quien estaba echo bolita recargado en la pared, más que su frustración fuese por años de vida, era que no sabía que era lo falso y lo real. Podría pasar la peor tragedia de su vida, y ser una alucinación que acabará dejándolo peor, o podría ocurrir algo que lo haga ilusionarse más y simplemente sea una alucinación. Es lo que realmente le atormenta al joven príncipe ¿qué es real ahora? . . . Ahora desea realmente que estas cosas sólo se presenten en sueños y despertar sabiendo que no fue real, las pesadillas volvieron peores y no tiene idea de que hacer, ¿acaso Zeus le está castigando? ¿Incluso después de si a llegado a hacer algo "pecaminoso" realmente merece vivir este infierno? No sabe la respuesta y nadie se la puede dar, fue así como estuvo varios días en realidad.

Una mañana que se levantó muy temprano y habiendo durmiendo unas dos horas como máximo, decidió pasear por el palacio tallándose los ojos agotado. Le ardían del sueño, se encontró a la pequeña, jugando con una de las sirvientas y sonrió, la sirvienta se marchó sin antes despedirse amablemente de ambos. — "¿Lay no deberías estar dormida?" — Interrogó el príncipe a la niña la cual asintió. — ". . Es. . No tenía . . Sueño." — Tartamudeaba mucho al hablar por la timidez, más Telemaco no la juzgaba por eso en realidad, le sonrió y tomó la mano de la niña. — "¿Te parece si damos un paseo en el jardín?" — Layra emocionada asintió jalando al príncipe de una, llevándolo hacia el jardín. Le gustaba estar más afuera que adentro en realidad, ambos se quedaron jugando en esa parte y la niña le hizo una corona de flores al príncipe quien solo se agachó para dejar que la chiquilla se la pusiera. En parte, la vida era una miseria, pero de un modo o otro Lay le recordaba que aveces si podía haber esperanza en momentos de crisis. Ya siendo más tarde Antinous pasaba al rededor del lugar, se veía más gente del pueblo en realidad por ahora, Telemaco sabía que si se esperaba más tiempo al final la vida no iba a darle para muchas cosas que quería hacer en realidad. — "¿Te gusta?" — Preguntó la niña ya sin timidez en esos momentos, Telemaco sorprendido de que hablo solo sintió un calor pasarle por las mejillas más asintió. — "¿Y por qué no le dices?" — Preguntó la pequeña, tenía ocho, tampoco era que entendiera del tema mucho, estaba jugando con Iris la cachorra que cuidaba Telemaco. — "Porque. . Es algo. . Difícil de decir. No podría si quiera verlo si le digo que me gusta." — El problema que tenía Telemaco era más extenso pero tampoco le va a contar sus dramas amorosos a una niña, Layra gateo hasta el príncipe y jugando con una flor se la dio. — "Puedes taparte los ojos." — La solución de la niña era simple más Telemaco soltó una risita dándole palmaditas en la cabeza a la pequeña. Fueron ambos dentro del palacio después de esa pequeña conversación que tuvieron, mientras que unas cuantas horas después estaban conversando Cass, los dioses que ayudaban a Telemaco he Antinous, teniendo en cuenta el estado en el que se encontraba ahora el príncipe después de saber la profecía de Tiresias. Quizás algunas cosas eran inevitables, más la muerte es un destino que ya estaba escrito en piedra para Telemaco.