La segunda bolsa de sangre estaba siendo recargada gracias al brazo de PilSun, se sentía débil pero aún así estaba firme con la aguja perforando su piel.
Miró la aguja sobre ella y miró hacia arriba para ver a su papá sacando sangre de su cuerpo. —¿Ya casi acabas?
Él no respondió, alzó la mirada para verla a los ojos y no dijo nada, la volvió a bajar a seguir con su tarea.
PilSun miró a su derecha y después regresó la mirada a su padre. —¿No me piensas hablar?
—¿Qué quieres, PilSun? ¿Qué te dé las gracias? —preguntó con sarcasmo. El coraje dentro de PilSun tuvo que ser calmado por su parte calmada o podía matarlo en ese momento.
No respondió.
Siguieron pasando los minutos hasta que estuvo listo lo que su padre quería. Puso una gasa sobre el punto en su piel y se dio la vuelta para guardar la sangre en una caja especial.
—¿Ya me puedo ir? —preguntó sintiéndose un poco mareada.
Su padre siguió con su tarea sin voltearse, —¿quieres ver a tu madre?
La pregunta tan espontánea la hizo reavivar su fuerza, —si, —contestó.
—¿Cuál es la necedad de tu hermana y tuya de encontrar a alguien que las abandonó? —preguntó.
PilSun frunció las cejas, —¿de qué hablas?
—¿Creíste que yo la había escondido? —preguntó él dándose la vuelta para quedar frente a ella.
La alfa no entendía nada, —¿no es así?
Rió con sarcasmo, —¿te he ocultado alguna vez quien soy?
La pregunta la tomó por sorpresa pero sabía la respuesta aunque no la dijo.
—¿Qué ganaba yo con eso? —volvió a preguntar mirando a PilSun.
—¿Volvernos más fuertes? —la pregunta lo hizo reír.
—¿Crees que lo necesitaba? Ustedes son alfas, PilSun, nada como una omega para tenerlas en la palma de mi mano, —dijo.
—¿Por qué nunca nos dijiste?
—¿Tenía caso? —contraatacó.
PilSun calló.
—¿Cómo está Seulgi? —preguntó ahora cambiando de tema.
Frunció la ceja, —bien.
—No me digas que ahora es tu novia.
—No, somos amigas.
Él rió amargamente. No respondió sólo tomó sus cosas y se fue.
En otro lado Yeri estaba llamando con insistencia a PilSun siendo brutalmente ignorada, a pesar de que no era muy fan de Rosé tuvo que marcarle para obtener información.
—No me digas que fue con su papá, —dijo Rosé con preocupación a través de la línea.
—¿Por qué iría con su papá? —preguntó confundida Yeri.
—Quería de su ayuda para ayudar a Jaeyi.
—¿Dónde?
—No lo sé, quizás su clínica, —dijo aún preocupada.
—Mándame la dirección, —contestó Yeri tomando las llaves de su auto.
—Estás loca, PilSun me matará si se entera que te mandé.
—Échame la culpa, ahora dime la dirección, —dijo con molestia mientras tomaba una hoja para escribir sobre ella.
—Vas a arriesgarte tú también, no te conoce, puede hacerte algo.
—Rosé, agradezco tu sorpresiva preocupación pero no me interesa, necesito sacar a PilSun de ahí, —dijo agotando su paciencia.
—No te arriesgues, Yeri, no eres mi mejor amiga pero no quiero que mueras.
Yeri rodó los ojos, —mira Rosé, PilSun es la mejor persona que he conocido y si le llega a pasar algo personalmente iré a matarte, ¿me oyes?
Poco tiempo después cedió y le mandó la dirección. Salió a toda prisa de su casa para dirigirse a donde se encontraba la alfa.
Minutos después de empezar a manejar encontró el lugar que buscaba. Se bajó y entró a la oficina con el número que le habían dado, le sorprendió ver que la puerta estaba abierta.
Quizás esperaba sangre, cuerpos muertos o algo, pero sólo se encontró con PilSun sentada en una silla mientras dormía.
Expulsó el aire que estaba retenido sobre sus pulmones y se acercó a ella, tocó su rostro con preocupación aún y cuando PilSun abrió los ojos finalmente pudo estar en paz.
—Yeri, —susurró.
La mencionada la miró con enojo y alivio al mismo tiempo, —¿por qué no me dijiste que vendrías?
—¿Me habrías dejado?
—Eso no tiene nada que ver, —respondió porque sabía que la respuesta era no.
—Llévame a casa y regañame allá, ¿quieres?
Yeri asintió y la ayudó a subir a su coche y manejó hasta su casa donde se encontraba Seulgi viendo la tele, al alzar la vista y ver a PilSun medio débil se levantó con preocupación.
—¿Qué tienes? —preguntó poniendo una mano sobre la frente de la alfa.
Ella sonrió, —fui a donar un poco de sangre.
Los grandes ojos de Seulgi estaban abiertos con preocupación, —¿segura? —la pregunta iba para Yeri que estaba a su lado.
—Se descompensó un poco, pero estará bien, —dijo finalmente.
Seulgi asintió y la ayudó a subir a su cama, —¿quieres que te haga algo de comer?
La alfa negó, —no hace falta, Gigi.
—¿Agua?
Negó.
—¿Un Té?
PilSun sonrió, —¿te haría sentir mejor eso?
Seulgi asintió.
—Entonces tráeme un té, —la omega salió a toda prisa a preparar el té dejando a ambas alfas solas.
—¿Le dirás?
—¿Para qué?
—No me gusta que la aparten de estas cosas.
—Es para protegerla.
—¿Protejerla o protegerlas a ustedes? —preguntó Yeri, —si ella no sabe del peligro no las detiene de hacer locuras porque es su debilidad.
—Ahora qué me dices no debí contarte nada, no me dejas hacer locuras.
Yeri rodó los ojos, —deja de bromear, imbécil.
PilSun rió, —no seas pesada, Yeri, estoy débil.
La alfa se sentó en la cama junto a ella, —sólo por eso no te golpeo.
Cuando Seulgi llegó se sentó del otro lado de donde estaba PilSun y sopló el té para ayudarla a tomarlo.
—Tampoco tienes que dármelo en la boca, —dijo con diversión.
—Calla, ahora estás enferma así que eres mi responsabilidad, —PilSun no dijo nada pero tomó del té que le daba Seulgi y se preguntaba por qué todo el mundo se preocupaba por ella.
En ese lugar mientras estaba con ambas chicas se dio cuenta lo mucho que extrañaba a Jaeyi. Miró disimuladamente al umbral de su cuarto recordando todas las veces que había estado allí con su sonrisa burlona diciendo estupideces.
Sonrió para sus adentros.

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Dos piezas (JaeGi Fanfic g!p)
FanfictionDos gemelas identicamente opuestas empiezan su primer enfrentamiento cuando conocen a Woo Seulgi. Omegaverse Advertencia G!P