抖阴社区

                                        

Chan asintió. Seungcheol lo abrazó, y aunque fue un gesto breve, sintió cómo su hijo se tranquilizaba un poco en sus brazos.

Y en silencio, Seungcheol prometió, una vez más, que haría lo que fuera para recuperar esa paz. Aunque doliera. Aunque fuera complicado. Aunque a veces sintiera que nada de eso tiene sentido.

Porque al final del día, el amor por su hijo era más fuerte que cualquier orgullo.

Y porque, quizás, en lo profundo de su ser, aún quedaba algo que no quería dejar morir.

Y porque, quizás, en lo profundo de su ser, aún quedaba algo que no quería dejar morir

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

La oficina está en penumbra. Solo entra una luz suave desde las ventanas, una luz proveniente de las farolas de la ciudad. Y adentro, reina un silencio tranquilo, apenas interrumpido por la respiración pausada de Chan, dormido en el sillón junto al escritorio.

Seungcheol lleva más de veinte minutos con el mismo archivo abierto frente a él. No ha leído ni una línea. Su mirada permanece fija en el papel, pero su mente está atrapada en otra parte.

Jeonghan.

La forma en la que se le acercó.
Su mirada, esa mezcla de dolor contenido, nostalgia y... ¿esperanza?

La manera en que su respiración se agitó justo antes de acortar la distancia.
El temblor de sus labios.

Seungcheol traga saliva. Aún puede sentirlo.

Había sido tan súbito, tan inesperado... y tan él. Jeonghan nunca fue de suplicar, pero sí de insinuar. Siempre supo cuándo una mirada valía más que mil palabras, y esta vez no fue diferente. Se acercó con esa vulnerabilidad que lo volvía insoportablemente hermoso.

Y él... lo frenó. Dio un paso atrás. Bajó la mirada. Cambió el tema.

Se apoya contra el respaldo de la silla, pasa una mano por su rostro con frustración.

¿Fue cobardía? ¿O simplemente... prudencia?

No lo sabe. Lo único que sabe es que su corazón aún late demasiado rápido. Y que en su cabeza no deja de repetirse la imagen de Jeonghan, congelado en ese instante, con los labios entreabiertos y los ojos heridos.

Suspira largo. Mira a Chan, que sigue dormido, aferrado a su peluche de Spiderman. El gesto le arranca una sonrisa tenue.

Es entonces cuando vibra su teléfono.

Un mensaje.

Joshua H: ¿Cómo va tu tarde, casi noche? Espero que Chan esté mejor :)

Seungcheol lo lee dos veces. No es nada fuera de lo común. Joshua no exige, no invade, no complica. Solo pregunta. Solo está ahí.

Y de pronto, el contraste lo golpea.

Joshua es claro, amable, estable. No hay grises con él. No hay pasos en falso, no hay heridas abiertas.

Jeonghan, en cambio...

Has llegado al final de las partes publicadas.

? ?ltima actualización: May 24 ?

?A?ade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

| ??????? of ?? ? Jeong????? |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora